Cuando el sábado se supo de la designación de los jueces para este lunes, muchos desconfiaron del árbitro que le tocaba dirigir el duelo de Chile con Holanda. Y si bien Bakary Gassama no tuvo un cometido que fuera definitorio, en un duelo parejo como el jugado en Sao Paulo, el cometido del africano no estuvo del todo a la altura. Sobre todo, por la disparidad de criterios que aplicó, puntualmente para punir la pierna fuerte naranja.
A Francisco Silva, le puso amarilla en la segunda falta que cometió en el primer tiempo. Si bien el "Gato" sufría con Lens, y se daban mutuamente, lo del chileno no era como para ganarse la amonestación tan pronto. En cambio, con el zaguero Blind, pese a sus reiteradas y sistemáticas faltas sobre Sánchez, no hubo caso que le mostrara la tarjeta amarilla hasta promediando el segundo tiempo.
Además, el de Gambia le compró todas las teatralizaciones a Robben, dándole más de alguna pelota detenida peligrosa a los holandeses.
Finalmente, y como está dicho, Gassama no fue definitorio. Pero a ratos ayudó al desahogo de los de Van Gaal, a punta de pitazos en mitad de cancha, sacando un poco de foco a los chilenos.