Josef Stalin, responsable de la muerte de millones de soviéticos, es objeto en Rusia de una lenta rehabilitación coincidiendo con el 70º aniversario de la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi.
"En los últimos cinco años, he visto a menudo en la televisión documentales sobre Stalin y sobre esta época, y he aprendido mucho sobre él", explica a la AFP Mijail Kosirev, estudiante de Derecho.
"Y ya no tengo sentimientos negativos hacia él. Tenía buenas intenciones", opina este hombre de 29 años.
Al igual este estudiante, un 39% de los rusos siente admiración, respeto o simpatía por el dirigente soviético, cuyo recuerdo está vinculado al de la victoria de la URSS y de los Aliados sobre la Alemania hitleriana, según un sondeo de marzo del centro independiente Levada.
Al acercarse los festejos del 70º aniversario del fin de la guerra, el rostro de Stalin y su célebre bigote son cada vez más visibles, pese a que la URSS había decidido apartarlo de la memoria colectiva desde 1956, en el marco del proceso de desestalinización iniciado tres años después de su muerte.
Un museo en su honor se inaugura próximamente en una localidad al oeste de Moscú. Y una fotografía con el rostro del dictador fue incluso colgada el mes pasado en un colegio de San Petersburgo.
En febrero, en Yalta, en la península de Crimea anexionada en marzo de 2014 por Rusia, un monumento reprodujo la foto de la célebre cumbre de 1945 entre Stalin, Churchill y Roosevelt. La estatua del dirigente soviético supera en diez centímetros a las del primer ministro británico y del presidente estadounidense, contrariamente a las proporciones reales.
En la televisión, donde son difundidos continuamente los documentales sobre la "Gran Guerra Patriótica", se insiste en las imágenes de la muchedumbre enfervorizada el 9 de mayo de 1945, al término de una guerra en la que murieron 27 millones de soviéticos.
Un ruso de cada dos considera que los sacrificios impuestos por Stalin al pueblo soviético se justificaban por los "grandes objetivos" de la URSS. Es más que en 2008: entonces, solamente uno de cada tres rusos pensaba así, según el sondeo del centro Levada.
Una historia que se "desaprende"
"La rehabilitación de Stalin está firmemente en curso" afirma a la AFP Nikita Petrov, historiador y miembro de la principal organización rusa de defensa de los derechos humanos.
"Es una señal de que se 'desaprenden' las lecciones de la historia, que somos reticentes a mirarnos y a admitir honradamente que tomamos la vía errada, y que nuestro país cometió crímenes contra su propio pueblo y contra sus vecinos", comenta.
Según él, el gobierno ruso, nostálgico del estatuto de superpotencia de la URSS bajo Stalin, describe de forma deliberada al dictador como un dirigente que tomó las decisiones acertadas para permitir a Rusia ingresar en la era de la industrialización y vencer a la Alemania nazi.
El propio presidente Vladimir Putin tiene una posición ambivalente: condena la "infamia" del terror de Estado impuesto por Stalin, pero afirma en la televisión que "el régimen estalinista jamás quiso exterminar grupos étnicos enteros", aunque el dictador haya sido responsable de las deportaciones de pueblos como los tártaros de Crimea y los chechenos en 1944.