"Tú vas a decir que jugaste fútbol conmigo y que me hiciste dos goles". El niño que juega con su pelota cerca de un moái queda mirando fijamente a su interlocutor. "¿Será él?", es la pregunta que expresa el pequeño con su rostro. Pasan unos segundos y se convence. A su lado está Edson Arantes do Nascimento, Pelé, el original, el único campeón de tres Copas del Mundo.

"O'Rei" está en Isla de Pascua. Llegó ayer, y hoy inaugura la primera cancha de fútbol profesional en Rapa Nui. Quien para muchos es el mejor futbolista de todos los tiempos, puso un pie en la isla y, después de un distendido almuerzo, pidió salir a recorrer el lugar. En Ahu Tongariki, enclave arqueológico más imponente de la isla, donde se ubican 15 moáis juntos, el brasileño bromeó y se impresionó. No sólo jugó con el joven isleño, sino que "exigió" llevarse un moái a Brasil.

"Este moái es mío. Me lo llevaré a mi país. De testigos están el ministro de Deportes (Gabriel Ruiz Tagle) y el intendente (de Valparaíso, Raúl Celis)", aseguró el ex Santos, desatando la risa de los presentes. "Todos estos lugares son maravillosos. A uno le cuentan muchas cosas de que son lindos, pero verlos es espectacular", añade. Ruiz Tagle, quien vino en representación del gobierno, asegura que "es un honor tener a esta figura de nivel mundial en nuestro país, y aún más, en la Isla de Pascua".

El ex seleccionado brasileño llegó a la isla invitado por la municipalidad local y por el Banco Santander. En el aeropuerto de Mataveri fue recibido por las autoridades de la zona, encabezadas por el alcalde Pedro Edmunds. Se maravilló con el takona, baile típico pascuense. Además le pintaron parte del rostro, tradición reservada por los guerreros que llegan al lugar.

Junto a él arribó el ex delantero de Universidad de Chile Diego Rivarola, quien también participó del recorrido. Justamente, cuando al "Rey del Fútbol" le dijeron quién era Rivarola, le señaló, en tono de broma: "Si quieres te llevo a jugar al Santos", a lo que "Gokú" respondió, "pero ya estoy retirado".

El brasileño se mostró particularmente interesado en la cultura local. Tanto así que cuando lo llevaron al volcán Rano Kau, preguntó si se podía beber agua de ahí. "Sí", le dijo uno de los guías turísticos, a lo que el astro asentó con su cabeza.

Y pese a que camina con algo de dificultad, producto de una reciente operación a la cadera, su alegría e interés por los lugares minimizaban su merma física. Tanto así, que cuando le preguntaron por el posible partido entre Brasil y Chile en los octavos de final del próximo Mundial, Pelé aseguró que "ambos países van a jugar la final del Mundial". Después de esta frase, lanzó una enorme carcajada.

Casi al final del tour y al percatarse de la presencia de tantas cámaras fotográficas, se dio el tiempo para comentar cuánto ha cambiado la tecnología en el mundo. "En el Mundial de Suecia 1958 yo tenía 17 años, y no hallaba cómo comunicarme con mi padre que estaba en Brasil. Entonces debí ir a una radio en Suecia para poder tener contacto con él. Ahora, la tecnología es diferente", cerró Pelé.

¿Y el niño que le metió dos goles? Se fue a su casa incrédulo. Con la foto de una leyenda y con su viejo balón autografiado.