"Yo soy una persona S”, me comenta un reconocido reportero de tecnología de un periódico estadounidense mientras esperamos frente a la puerta cerrada del Bill Graham Civic Auditorium de San Francisco. Él, con más de 20 años de experiencia, asegura que no le interesan los smartphones sólo con número que Apple lanza periódicamente, argumentando que son como el borrador que sienta las bases del modelo S que tiene todo lo que requiere.
No es el único. Un conocido dicho en la industria asegura que hay dos tipos de usuarios de iPhone en el mundo: Los S y el resto. Y el lanzamiento de este miércoles, en cierto modo, les da la razón.
Apple presentó esta semana sus nuevos celulares poniendo énfasis en supervitaminizar al dispositivo iPhone 6, que rompió todos los récords de ventas históricas de la marca, y que impulsó tanto la valoración como la adopción del sistema operativo iOS a niveles nunca antes vistos. El cambio tenía que ser importante y la compañía californiana no decepcionó.
Con S de sustancial
Tanto el nuevo iPhone 6S como el iPhone 6s Plus mantienen su diseño externo, diferenciándose de su antecesor sólo por la presencia de una “S” en su parte posterior, así como en un nuevo color que se integra a la familia y que le otorga un look cobrizo al más reciente smartphone de Apple. Los nuevos iPhone además mantienen su tamaño de pantalla, por lo que el 6S se queda en 4.7 pulgadas y el 6S Plus permanece en 5.5. Tampoco modifica la resolución ni la capacidad de la memoria, manteniendo al modelo de entrada con 16GB. Esto es poco considerando que su nueva cámara de 12MP toma fotos más grandes y con más detalle, imágenes enriquecidas con movimiento y audio —Live Photos— y video en resolución 4K, lo que podría causar estragos entre los usuarios que opten por el más básico —y mezquino — de los iPhone.
En cuanto al interior, la historia es distinta. El cambio entre generaciones deja de manifiesto la repetición de un guión conocido ya hace tiempo: una versión S con mejores prestaciones, características superiores y una nueva tecnología que logre que los fieles clientes de la marca quieran dar el salto al nuevo modelo.
En el caso del iPhone 6S, esta nueva tecnología se llama 3D Touch, un sistema de reconocimiento táctil que hace que el teléfono se dé cuenta de que hay un dedo deslizándose por la pantalla o que está presionando más fuerte. Esto genera respuestas de software distintas en cada caso, ampliando el abanico de funciones en iOS.
El 3D Touch es una evolución de Force Touch, un desarrollo integrado primero en el Apple Watch y luego en la nueva generación de MacBook. En el iPhone permite desplegar menús contextuales para ciertas apps que han sido optimizadas para reconocer estos nuevos toques, así como gestos para realizar tareas que antes requerirían presionar un ícono y luego deslizarse a través de las opciones de la aplicación.
El rey no gobierna solo
La pregunta es si estas modificaciones serán suficientes para encantar al público. No es ninguna novedad que el iPhone tiene cada vez más competencia, pero este año la situación que enfrentará en Chile, al menos, es particularmente desafiante, considerando el aumento del precio del dólar y la creciente cantidad de fabricantes que han mejorado su apuesta en el segmento de gama alta.
El primero factor los afecta a todos. Por ejemplo, el precio del nuevo Galaxy S6 Edge Plus ya se aproxima a los 800 mil pesos y muchas otras marcas han ido poblando la banda de precios que va entre los 500 mil y los 720 mil pesos con dispositivos magníficos, pero cada vez más lejanos para el público masivo. Esto ha dado pie para la consolidación de fabricantes que podrían no parecer la primera opción, pero que conjugan perfectamente tanto rendimiento como precio.
El fabricante chino Huawei es uno de los más beneficiados. Con diseños limpios y de la mano de Android, esta empresa ha dejado atrás su imagen de marca secundaria y se ha vueltouno de los referentes del mercado. Su último dispositivo, el P8, no tiene nada que envidiarle a ningún equipo de gama alta disponible en Chile y su precio es, al menos, un 30 por ciento más bajo que su competencia directa.
“Creemos que hay espacio suficiente para el segmento gama alta en Chile. La industria cada día crece más y la competitividad también”, explica Rodrigo Marín, devices Marketing Manager de Huawei. “Queremos estar presentes en el país, en un mercado en donde existe una alta calidad de servicios, usuarios exigentes y bien informados, con lo último en tecnología y, así, incorporar características únicas y de calidad”, agrega.
Un operador como Claro no considera que los equipos más económicos puedan afectar el actual momento que vive Apple en el mercado, pero sí dice que los usuarios están más dispuestos que antes a cambiarse a un dispositivo de marca no tradicional. Cristián Vera, gerente de marketing de la compañía, estima en que la fidelidad del usuario de iOS ayudará a mantener el ritmo de ventas visto durante 2014 y 2015.“La gente continúa valorando al iPhone y son muy fieles a la marca. En paralelo, al existir una mayor variedad de smartphones, los chilenos tienen alternativas para elegir equipos de gama alta. Ya estamos viendo clientes que comienzan a cotizar otros equipos y que evalúan cambiarse de marca”, explica.
El principal competidor de Apple en el mercado de smartphones es Samsung. La compañía coreana asume que el alza del dólar y la notoria disminución de los subsidios que los operadores están ofreciendo para captar nuevos clientes son temas contra los que todos deben luchar. Por ese motivo, Samsung busca nuevos modelos de compra asociados a promociones con tarjetas de crédito y el retail.
Para Fernando González, product Manager de Smartphones de Samsung, el mercado ha dado un giro llamativo hacia la gama alta. Incluso en tiempos donde la economía es más lenta, este segmento sigue creciendo y se muestra inmune al frenazo de otros tipos de smartphones. “Las ventas se han mantenido al alza considerando que en general el consumo en operadores ha bajado en los modelos de gama baja y media en beneficio de los premium, pues los clientes consideran que el valor pagado es consistente con las prestaciones y diseño”, explica González.
La espera (y cómo evitarla)
A pesar del anuncio de Apple respecto a que la disponibilidad de sus nuevos aparatos será prácticamente inmediata en algunos mercados, los consumidores chilenos tendrán que esperar varias semanas —incluso meses— para ver llegar los nuevos iPhone. Los operadores no han dado pistas de fechas, pero ejecutivos de las compañías nacionales aseguran que están trabajando para que el lanzamiento sea antes de diciembre.
¿Es necesario aguardar hasta ese momento? Ciertamente no. Cada vez son más los usuarios que no esperan a los operadores y terminan comprando sus teléfonos mucho antes que lleguen a través de importadoras.
ProMovil nació precisamente para atender la demanda por smartphones de gama alta a Chile. Su dueño, Sergio Palacios, comenta que cada lanzamiento de Apple representa un alza en las ventas normales. Tanto ellos como otras empresas similares reciben gran cantidad de pedidos desde Chile y desde otros países de Sudamérica.
“Si hablamos de clientes internacionales, nadie le gana a los argentinos. Son fervientes consumidores de todos los modelos de iPhone. Para ellos el precio no es barrera puesto que usualmente a su país llegan un año después y al triple del precio que en Chile. Le siguen los brasileños, quienes tienen una situación muy parecida internamente y sus limitaciones tributarias terminan abultando el precio del teléfono”, asegura Palacios.