El plan de reforma financiera presentado al Congreso estadounidense deja a la Reserva Federal la competencia de prestar dinero, ya sea a General Electric Co. o a inversores de créditos para estudiantes. Eso dificulta al presidente de la Fed, Ben S. Bernanke, evitar que el Congreso cuestione lo que hace.

Bernanke está intentando descarrilar una ley, que apoyan 276 miembros de la cámara de Representantes, que exigiría a la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO por sus siglas en inglés) auditar las operaciones del banco central, incluyendo las decisiones de política monetaria. Las auditorías no serían "coherentes con la independencia", dijo Bernanke en el ayuntamiento de Kansas City el 26 de julio. "No creo que el pueblo estadounidense quiera que el Congreso gestione la política monetaria".

A menos que la Fed renuncie al papel de prestamista ilimitado, Bernanke puede esperar dicho resultado, dijo Marvin Goodfriend, economista en Carnegie Mellon University en Pittsburgh. Cuanto más invada la Fed las competencias del Congreso al suministrar crédito a empresas y mercados al margen del sistema bancario, más congresistas pedirán meter mano en la política monetaria, dijo Goodfriend, ex asesor de la Fed de Richmond.

"La independencia del banco central acaba siendo incompatible con casi todos los préstamos de último recurso, excepto los limitados y temporales" a los bancos, dijo Goodfriend en una entrevista. El papel de la Fed como prestamista de emergencia 'necesita aclararse antes de la siguiente crisis", dijo.

El Congreso podría pedir más información sobre las políticas crediticias de la Fed. El representante Demócrata por Pensilvania Paul Kanjorski está reuniendo firmas para pedir en una carta a Bernanke que amplíe la línea de crédito Term Asset- Backed Securities Loan Facility (TALF).

AMPLIAR EL TALF
TALF, un programa de emergencia que presta a inversores para que compren valores respaldados por préstamos a consumidores y empresas, vence el 31 de diciembre. Bernanke dijo a la Comisión Bancaria del Senado el 22 de julio que sería "difícil" justificar la ampliación del TALF si los mercados vuelven a la normalidad.

Dichas presiones para que continúen algunos programas crediticios probablemente compliquen los esfuerzos futuros de la Fed por controlar la inflación.

Los defensores de Bernanke dicen que sus actuaciones han sido coherentes con el papel tradicional del banco central como prestamista de último recurso.

"La Fed está mejor preparada para entrar en acción rápidamente si hay un incendio", dijo Mark Gertler, economista de la Universidad de Nueva York e investigador y coautor con Bernanke.

Las 88 páginas del plan de reforma financiera del Gobierno de Obama presentado al Congreso, redactado por el Tesoro con aportes de la Fed, no establecen límites sobre los prestarios de la Fed ni limitan la cuantía de los préstamos fuera de lo que la Fed define como "circunstancias inusuales y urgentes".

Las políticas de créditos de emergencia han contribuido a que el balance de la Fed crezca más del 100% en los últimos 12 meses a más de US$2 billones, incluyendo los créditos para salvar a la aseguradora American International Group Inc. y activos de riesgo que alguna vez pertenecieron a Bear Stearns Cos.