Los argentinos esperaban un pronunciamiento de su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, -acostumbrada a parecer en cadena nacional comentando los temas de la contingencia- sobre la "muerte dudosa" del fiscal Alberto Nisman, quien la acusó de montar un plan para encubrir a los iraníes involucrados en el atentado contra la Amia.
La mandataria ya había dado su opinión en sendos comunicados que ella misma publicó en su perfil de la red social Facebook y Twitter, sin embargo faltaba ver a Cristina K ante las cámaras de televisión para hablarle a su pueblo argentino sobre un caso que lo ha conmocionado.
Los principales medios de comunicaciones argentinos criticaron a la mandataria por haberse demorado más de una semana en aparecer, para escucharla hablar durante más de 50 minutos en un discurso en el que sugirió los nombres de los autores -intelectual y material- de la muerte de Nisman y del complot en su contra orquestado por agentes de inteligencia.
En el artículo titulado "Sin autocrítica. Sin pruebas. Sin condolencias", se acusa a la presidenta de mostrarse como la víctima y de cambiar el foco al "intentar construir un alegato de defensa de su gestión de la causa Amia".
Clarín, por su parte, destaca que la presidenta se dejó ver como una víctima de todos los demonios: fiscales jueces, servicios de inteligencia y de los medios, "como nunca se vio en la democracia".
Asimismo, el medio destaca la puesta en escena del video emitido en cadena nacional, en el que se veía a la mandataria vestida de blanco, sin joyas, con una bota ortopédica, por su fractura de tobillo el 26 de diciembre pasado, y sentada en una silla de ruedas.
La falta de condolencias, fue otro punto que se criticó a Cristina K. El columnista Nicolás José Isola, publicó en La Nación, las condolencias a la familia de Nisman, tras la ausencia de ellas por parte de la presidenta, que según él: "sus hijas merecían un gesto. La democracia lo pedía".
No solo los medios cuestionaron el discurso público de la mandataria, ya que la oposición y la dirigencia de la comunidad judía argentina también tuvo duras palabras, tal como destaca la agencia France Press.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, dijo que "no confía" en el proyecto de reforma de los servicios de inteligencia presentado anoche por Cristina K, preanunciando un voto negativo de su bloque en el Congreso en un año de elecciones presidenciales.
Por su parte Julio Schlosser, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), dijo a France Press que lamenta que la presidenta afirmara en su discurso que la firma del Memorándum de entendimiento -entre Argentina e Irán, para investigar el caso Amia- "despertó los demonios".
Schlosser replicó: "Nosotros no somos los demonios. No es la primera vez que dice que el Memorándum despertó los demonios, por los que se opusieron".
El fallecido fiscal Nisman acusó que ese Memorándum se enmarcó en un plan de la presidenta Cristina K, para encubrir a los iraníes involucrados en el atentado contra Amia en 1994, que dejó 85 muertos y ha sido catalogado como genocidio.