Hay una escena que se repite en casi todos los capítulos de la franja parlamentaria de la UDI: en el acto en que el gremialismo proclamó a Sebastián Piñera como abanderado de la Alianza, Joaquín Lavín le hace entrega testimonial de la "camiseta del cambio" al empresario. Si bien la figura del ex edil ha sido destacada en el espacio televisivo de su tienda, a fines de esta semana se evaluó potenciar su presencia en los cinco capítulos que restan antes de las elecciones, el próximo domingo.
En medio de la estrecha disputa que Lavín ha sostenido con la carta RN por la Quinta Costa, Francisco Chahuán, y que en los últimos días incluyó acusaciones de destrucción de propaganda y querellas, hoy nadie en su entorno esconde que en los cálculos iniciales del dos veces candidato presidencial nunca estuvo considerado que el diputado por Viña sería un rival tan competitivo. Menos, que generaría un escenario de incertidumbre donde los planes iniciales de Lavín -ser primera mayoría nacional- son ahora cosa del pasado.
Según diversas fuentes de la oposición, mientras Lavín saca ventaja en Valparaíso, Chahuán lidera en Viña. San Antonio, donde en los escenarios internos de ambos partidos Lavín lleva ventaja, asoma como el distrito que inclinará la balanza: es allí donde la contienda subió de tono.
Pese a que varios comentan que la competencia atrae más votos para la Alianza y su abanderado, la pugna senatorial debió ser contenida esta semana. ¿Por qué? El comando de Piñera tiene considerado a Lavín en un rol clave en segunda vuelta: una vocería activa que le permita atraer votos de mujeres de estratos pobres, segmento esquivo para el empresario según la última encuesta CEP y reducto tradicional del ex alcalde UDI.
PIÑERA ENTRA EN ESCENA
El miércoles, Piñera llamó a Lavín para preguntarle por su estado de ánimo tras la disputa con Chahuán. La noche anterior, en la grabación de la franja en Valparaíso, el abanderado sostuvo un diálogo similar con el diputado RN. Si bien el presidenciable pidió públicamente unidad en el sector, el sentido conciliador de ambas conversaciones se sumó a gestiones hechas hace dos semanas por su jefe de campaña, Rodrigo Hinzpeter, quien envió un emisario del comando a la zona para desactivar una pugna que amenazaba el clima del sector en la recta final de la campaña.
Ambos hechos fueron valorados en el lavinismo, donde han abundado las suspicacias de que Piñera y RN han potenciado a Chahuán para, de alguna forma, evitar que Lavín se proyecte como figura en cuatro años más. "Un llamado a tiempo de Piñera habría evitado muchas cosas", dicen.
En el piñerismo niegan tal afirmación. Aseguran que el empresario no domina al diputado y que éste responde al timonel RN, Carlos Larraín. El concejal por Las Condes, antiguo rival de Lavín, no sólo se opuso a que Chahuán depusiera su candidatura y alentó la competencia, sino que ha sido su principal soporte financiero, lo que es corroborado por cercanos al parlamentario.
Por otro lado, dice una fuente del comando presidencial, la derrota de la carta UDI sería un "mal negocio". Esto, porque han evaluado a distintas figuras de la oposición "y Lavín sigue siendo el que mejor llegada tiene a los estratos C3 y D", uno de los nichos donde Eduardo Frei tiene más apoyo que el empresario y al que apuntará el candidato opositor en el balotaje.
"Lavín tiene un voto despolitizado. El de la señora Juanita, al que no llega Piñera y al que sí llegó Bachelet. En segunda vuelta los grandes bolsones de votos se habrán repartido y la apuesta estará en estratos específicos", dice un experto electoral UDI.
El diseño del piñerismo para la segunda vuelta considera dar una señal de continuidad con el esquema de trabajo desarrollado hasta ahora, que ha sido bien evaluado. Para ello se mantendrá el núcleo del comando, pero serán incorporados los candidatos parlamentarios con alta votación.
La idea, dicen, es diversificar las vocerías. En esta línea, la semana pasada Hinzpeter convocó a Lavín a asumir una vocería social de cara al balotaje (en busca del voto de las mujeres de clase media-baja y baja) y, de ser electo, se hará cargo de la jefatura de campaña en la Región de Valparaíso, donde hay 900 mil votos.
En Apoquindo 2921 precisan que no se está por sumar a todo el lavinismo (argumentan que no tiene sentido llamar a equipos que perdieron dos elecciones presidenciales), sino sólo al ex abanderado gremialista. Con todo, el trabajo de planificación de la segunda vuelta incluyó consultas a varios personeros involucrados en las campañas de 1999 y 2005 del ex alcalde de Santiago.
EL ROL DE LA UDI
Más allá de las acusaciones cruzadas, incluso en el lavinismo dicen que Chahuán supo estrechar distancias en base a un discurso que apuntó al regionalismo, remarcando el carácter de "visitante" del ex edil. Si bien en su entorno dicen que estaba planificado de antes, el cambio de eslogan que registró Lavín hace un par de semanas -pasó del "Puro futuro" a "Tremendo senador"- buscaba contener el factor "localía" de Chahuán, dando cuenta de la categoría de "figura nacional" del ex abanderado.
En San Antonio, donde la disputa debería resolverse, hay un indicador de que el distrito favorecería a Lavín: la actitud asumida por la candidata a diputada de RN en la zona, Carmen Ibáñez. Pese a que nunca ha contado con el aval del presidente del partido, el propio Carlos Larraín la ha intentado llamar al orden por estar haciendo campaña lo más alejada posible de Chahuán.
Hay otro tema importante para Piñera en esta definición senatorial: el factor anímico que representa para la UDI: "Para el partido el destino de Lavín es un tema muy sensible", resume un alto personero gremialista, respecto de la que hoy es la candidatura más emblemática de la tienda de Suecia 286. A ella se suman otras dos cerradas batallas que son seguidas con atención: la senatorial en la Quinta Cordillera entre Lily Pérez y Marcelo Forni, y la que dan por la diputación de Providencia y Ñuñoa Marcela Sabat y Rodrigo Alvarez. En ambas disputas se han registrado acusaciones similares a las de Lavín-Chahuán y son motivo de alta tensión entre el gremialismo y RN. "Alvarez y Forni fueron de los primeros en cuadrarse con Piñera y les pusieron candidatos fuertes", se quejan altas fuentes de la UDI.
En ese partido agregan que si Lavín llega a perder -algo que por ahora descartan-, el gremialismo quedaría con "una herida en el corazón" que podría tener efecto en el compromiso que asuman los parlamentarios electos y las bases de la tienda en la segunda vuelta.
Al menos en la Región Metropolitana, dicen fuentes de la Alianza, la presencia UDI está considerada como un factor relevante para la campaña que se inicia a partir del lunes 14. Hace unos días, los responsables del trabajo territorial del comando piñerista tiraron líneas respecto de quiénes asumirán como coordinadores en los 16 distritos de la región (donde hay tres millones de inscritos), trabajo que recaerá en los diputados que resulten electos.
De este total, se estima que 12 serán de la UDI.