Aunque pueda pasar inadvertido, ésta ha sido la campaña más dura de la carrera de Jorge Martínez en el Rally Mobil. El piloto líder de la categoría R3 sufrió un drástico corte de presupuesto a principios de temporada y estuvo cerca de acabar con el año.
"Pensé el año pasado que, tras ser campeón, sería más fácil retener los recursos, pero no fue así", dice. En tres meses perdió sus dos principales apoyos, uno de ellos en una fecha muy importante: "En la mañana del 14 de marzo me llamó un sponsor y me dijo que no iba más. En la tarde, me casaba".
Sin tiempo para buscar nuevos patrocinios, competir este año se volvió difícil: "Varias veces pensé en botar esto, en retirarme y dejar el rally, pero me convencieron todos mis cercanos, mi esposa, amigos".
El seis veces campeón del Rally Mobil (cinco en N4 y uno en R3) tuvo que pasar, según él, de una condición holgada de recursos a incluso reciclar neumáticos.
"Antes no salía si las gomas eran no nuevas, ahora no nos podemos dar ese gusto", dice, tras indicarle a sus mecánicos que pasen las ruedas delanteras, mejor mantenidas, a las traseras, visiblemente gastadas por las rutas de Rancagua.
Pese a esto, asegura que éste "ha sido el mejor año en lo deportivo. Lo hemos pasado mal por recursos, pero siento una mejoría en mi nivel, aunque todo es más austero ahora. Me di cuenta de que se podían hacer las cosas igual con menos plata", señala Martínez.
¿Y qué aprendió de todo esto? "A no dormirme, fundamentalmente. No sé si fui ingenuo, pero creí que con los puros resultados podía conseguir recursos, que sólo era juntarme con las marcas y decirles 'me pasan esto y les entrego esto'", cuenta. Para eso se fija en equipos de estructuras grandes con presupuestos mayores. "Ellos cuidan sus auspiciadores. Yo me dejé estar"
Por eso, Martínez ya planifica el 2015, lo que antes no hacía. "Estoy buscando ahora los auspicios y quiero dejarlos amarrados", dice, para así trabajar con el equipo Cirkus Rally, que lo acogió entregándole asistencia técnica y que también prepara modificaciones en su estructura para este año, con el auto R3 del penquista y tres R2: el Ford Fiesta de Samuel Israel y dos Peugeot, que vendrían con una importante inyección de recursos.