Tras haber pasado por la empresa privada Luis de Guindos, regresa a la primera línea de fuego para lidiar con la cartera más difícil, Economía, y en la situación más dura en España, al borde de una recesión.

Luis de Guindos, que en enero cumplirá 52 años, fue nombrado titular de Economía y Competitividad, una cartera que tiene tanta responsabilidad exterior como interior.

Será el encargado de sentar las bases de la reactivación del crecimiento económico y el empleo en España, y también de defender estas medidas a nivel internacional, ante los socios europeos y los grandes organismos internacionales.

Los que le conocen no dudan ni de su capacidad para hacer frente a estos retos, ni tampoco de su habilidad para tender lazos y no quemar puentes, como lo ha demostrado en los últimos años.

Algunos observadores critican su falta de definición política, en tanto que otros valoran precisamente esta independencia como una de sus habilidades más útiles en los últimos años.

A diferencia de otros antiguos altos cargos del PP, que se dedicaron a hacer "oposición" durante los ocho años de gobierno socialista, De Guindos pasó esta travesía guarecido cómodamente en la empresa privada.

Así, en febrero de 2006, dos años antes del derrumbe de Lehman Brothers, De Guindos fue nombrado presidente ejecutivo del banco de negocios para España y Portugal.

La caída del gigante americano no hizo mella en su carrera y en noviembre de 2008, semanas después de la quiebra, fue nombrado director del Centro del Sector Financiero que han constituido la consultora PricewaterhouseCoopers y el IEE Business School.

Desde este podio, se convirtió en los últimos tiempos en uno de los "gurús" de referencia para los conservadores españoles, con sus dictámenes económicos y sus recetas contra la crisis.

En los últimos meses, ha ido desgranando su diagnóstico pesimista sobre la situación económica, que él ve al borde de la recesión, así como las medidas de austeridad presupuestaria y reformas económicas que llevaría a cabo. Ahora, tendrá la ocasión de ponerlas en práctica.

De Guindos sólo tenía 36 años cuando fue llamado en 1996 para asumir el cargo de director general de Política Económica y Defensa de la Competencia, pero fue escalando posiciones en el Ministerio hasta acabar como secretario de Estado de Economía.

Cuando entró en la administración contaba en su hoja de servicio con la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales por CUNEF y con el premio extraordinario de Fin de Carrera de la Universidad Complutense.

Había trabajado además como técnico comercial y economista del Estado, y también como consejero de AB Asesores, aunque su experiencia en un cargo público era escasa.

El 12 de mayo de 2000, cuatro años después de entrar en el Ministerio, fue ascendido a secretario general del mismo departamento, Política Económica y Defensa de la Competencia, a propuesta del entonces ministro de Economía, Rodrigo Rato, que a día de hoy sigue siendo uno de sus máximos valedores.

El 12 de julio de 2002 fue nombrado secretario de Estado de Economía, cargo del que fue cesado el 19 de abril de 2004, tras la victoria socialista y la salida del Gobierno del PP.