El efecto del desempleo en la economía
Curso: Entorno Económico de la Empresa
<b>Profesor:</b> Francine Nualart Vittini <br><br>El desempleo se define como la situación del grupo de personas que en la actualidad no tienen empleo, considerando que se encuentran disponibles para trabajar y tienen edad suficiente para hacerlo.
El desempleo es uno de los problemas que más genera preocupación en la sociedad actual. Las personas desempleadas son aquellas que no tienen empleo u ocupación, por lo que deben enfrentarse a situaciones difíciles por carecer de ingresos con los cuales sostenerse a sí mismos y a sus familias. El problema es que cuando el número de personas desempleadas crece por encima de niveles que se podrían considerar como “normales”, surge una preocupación importante en toda la sociedad, despertando el interés de la prensa y de las autoridades.
Para analizar las estadísticas sobre el desempleo, es conveniente primero familiarizarse con los siguientes conceptos:
La población activa está formada por las personas en edad de trabajar (16 años o más) y que quieren hacerlo. Incluye, por tanto, a los que encuentran trabajo y a los que no. Por ello, dentro de la población activa existen las siguientes dos distinciones: población ocupada y población desempleada.
La población inactiva la integran aquellos que tienen edad para trabajar (16 años o más) y que por diferentes motivos no buscan trabajo: estudiantes, personas que padecen alguna incapacidad laboral, los dedicados a las labores del hogar, jubilados, etc.
El desempleo se define como la situación del grupo de personas en edad de trabajar que en la actualidad no tienen empleo, considerando que se encuentran disponibles para trabajar y tienen edad suficiente para hacerlo, y no tienen limitaciones físicas o mentales para ello.
El indicador del desempleo se mide como la proporción o porcentaje de personas paradas (desempleadas) con respecto a la población activa. Se calcula dividiendo la población desempleada entre la población activa.
Tipos de Desempleo
Bajo el prisma del modelo neoclásico, el desempleo de carácter involuntario se explica por dos tipos de razones: el desempleo friccional y el estructural. Sin embargo, existen también otros tipos de desempleo, como el estacional, el cíclico y el especulativo. A continuación, explicaremos en qué consiste cada uno de ellos, finalizando con una pregunta a la profesora sobre el desempleo estructural, ya que es el que exige mayores desafíos a las políticas públicas.
1. El desempleo friccional o de búsqueda: Surge debido al constante movimiento o flujo al que se encuentra sujeto el mercado laboral, ya que trabajadores y empresas necesitan tiempo para encontrarse o coincidir.
2. El desempleo estacional: Se genera en determinadas épocas del año. Por ejemplo, en los trabajos agrícolas cuando concluye la época de recolección.
3. El desempleo especulativo o de precaución: Aparece cuando una persona no acepta algunos trabajos que se le presentan, porque espera conseguir otro mejor y decide esperar.
4. El desempleo cíclico: Se produce cuando la demanda interna de productos y servicios de un país no cubre para ofrecer un trabajo a todos aquellos que desean trabajar. Aumenta en las recesiones y se reduce en fases expansivas.
La relación entre desempleo e inflación
En noviembre de 1958, el economista William Phillips publicó un artículo en el que identificaba la relación entre desempleo e inflación a corto plazo, conocida como curva de Phillips. Así, describió la experiencia de EE.UU. en los años 60`, cuando la política de control de la inflación originó una contracción en la economía, incrementando el desempleo.
Podemos explicar esta relación mediante el entendimiento del equilibrio entre la oferta y la demanda. Imaginemos que partimos de una situación en que ambas son iguales: lo que producen las empresas es lo mismo que lo que desean los consumidores.
Supongamos que de pronto los consumidores quieren más productos, lo que significa que aumenta la demanda. Las empresas que quieren satisfacer esto deben contratar más trabajadores, con el fin de aumentar la producción. Esta mayor contratación llevará a que caiga el desempleo.
Sin embargo, dado que lo que quieren los consumidores (la demanda) es mayor que lo que producen las empresas (la oferta), se da una situación de escasez, por lo que la gente que pague más va a ser la que se quede con la producción. Así, en un primer momento los precios de los productos aumentarán, es decir, la tasa de inflación será mayor. Sin embargo, cuando la empresa aumente la producción con los nuevos trabajadores, la situación volverá al mismo punto de antes.
Este efecto transitorio ha tentado a gobiernos a impulsar políticas de demanda agregada expansivas con alzas en la tasa de inflación, a fin de sostener una tasa de desempleo baja. Sin embargo, dichas políticas tendrían un efecto solamente transitorio, pues los agentes tendrían expectativas racionales, es decir, predicen medianamente bien, y tanto empresarios como empleados negociarían sus contratos sujetos a las expectativas inflacionarias. Así, el impacto de largo plazo sobre el desempleo sería nulo.
¿Por qué se produce el desempleo estructural? ¿En qué consiste y por qué es el más grave?
El desempleo estructural se produce debido a desajustes en la calificación entre los puestos de trabajo que se ofrecen y los que se están demandando.
Los desempleados estructurales son aquellos trabajadores que, por razones de capacitación o localización, no se corresponden con las necesidades reveladas por la demanda del mercado laboral.
El origen de este tipo de desempleo hay que buscarlo en las continuas redistribuciones de recursos, los que resultan de cambios en la demanda de productos que tienen lugar en el constante crecimiento económico de cualquier país, es decir, es un proceso natural de toda economía que se encuentra en constante cambio.
Cabe destacar que el trabajador que está desempleado por motivos estructurales (a diferencia de lo que ocurre con el desempleo friccional) no se puede considerar que esté en una situación transitoria entre dos empleos. De hecho, tiene sólo dos opciones: la primera es enfrentarse a un prolongado período de desempleo, y la segunda corresponde a cambiar drásticamente de ocupación.
Por ejemplo, a comienzos del siglo XX se produjo un gran nivel de desempleo estructural en la industria relacionada con las carrozas (látigos e indumentaria para caballos, ruedas, carrozas, herraduras, etc.), ya que la aparición del automóvil originó de forma masiva y rápida un cambio de necesidades de los consumidores de gran envergadura. El traspaso de trabajadores de sectores en declive (en los que sobran trabajadores) a otros sectores (nuevos y existentes) no siempre resulta fácil, como en aquel caso. En estos procesos, el desempleo dura mientras las personas se adaptan y se forman (o cambian de localidad geográfica) para adecuarse a las exigencias de los nuevos trabajos.
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