Durante la novena Conferencia Europea del Cáncer de Mama realizada en Glasgow, Escocia, se presentó un estudio que llamó la atención a gran parte de los asistentes. Este afirmaba que si se realiza una hora de ejercicios al día, las posibilidades de tener cáncer de mama se reducen en, al menos, un 12%. Sin importar edad o peso de la mujer.
Según el profesor Mathieu Boniol, del Instituto Internacional de Investigación para la Prevención de Lyon (Francia), este resultado nace tras la realización de un metaanálisis de 37 estudios publicados entre 1987 y 2013, que incluyeron a más de cuatro millones de mujeres en total. "Hemos revisado todos los estudios que han evaluado la relación entre el ejercicio físico y el riesgo de cáncer de mama que se han publicado hasta la fecha, por lo que estamos seguros de que los resultados de nuestro análisis son consistentes", dijo el investigador en la conferencia.
Si bien, los resultados vistos en estos estudios variaban según el tamaño del tumor, el principio se mantenía. Sin embargo, en las mujeres que siguen una terapia hormonal sustitutiva (THS), el efecto protector del ejercicio es inexistente. Por otro lado, dicen los investigadores, esta terapia ha ido en declive en los últimos años por los efectos secundarios que tiene, lo que significa que los efectos beneficiosos del ejercicio aumenterá en los próximos años.
Con esto, el cáncer de mama se incluiría en la lista de enfermedades que se pueden prevenir mediante la actividad física, algo que, según el investigador, se debe fomentar a travès de "una vida más saludable favoreciento el transporte en bicicleta o a pie, además de las campañas de educación", dice.