En la frontera entre el culto y la masividad. Ahí está cómodamente desde hace un tiempo el comediante Ricky Gervais, que acaba de ser nombrado como el animador de la próxima ceremonia de los Globos de Oro, la primera vez que el evento incluirá un anfitrión en 15 años. Y los comentarios no se dejaron esperar, aplaudiendo la elección y advirtiéndole a los Oscar que tendrán que hacer una jugada maestra para poder superar la nominación.

Pero ¿cuál es la gracia de este actor que en muchos círculos apenas es conocido? La respuesta es su humor distinto y que hasta ahora ha demostrado que no tiene ninguna intención de conformarse a los estándares de la industria. Gervais ya dio dos muestras, robándose el show dos años consecutivos en los premios Emmy, donde sólo como presentador realizó las rutinas más graciosas e irreverentes de la noche.

Además, Gervais es el responsable de su propio material y entre sus logros está el haber creado la exitosa comedia The office, que no sólo fue un éxito en su natal Inglaterra sino que también tiene versiones locales en varios países, incluyendo Chile, donde se llamó La Ofis. El comediante también tiene un podcast que cuenta con miles de subscriptores y es uno de los que más populares de la web, The Ricky Gervais show, y su último programa, para HBO, Extras también recibió el beneplácito de la crítica.

Ahora las esperanzas están puestas en que el actor le pueda dar credibilidad y relevancia a los alicaídos Globos de Oro. El ya lo dijo: le habían ofrecido antes algo similar y no había aceptado, pero esta fue una oportunidad que no pudo resistir. Los anfitriones pueden arreglar o arruinar la noche, y es de esperar que Gervais cumpla con las expectativas.