Fue prácticamente un consenso entre quienes presenciaron sus show: lo de St. Vincent en Lollapalooza fue uno de los puntos altos del día sábado, y en general, de la edición 2015 del festival en Santiago, a pesar de su estatus de desconocida por estos lados.
La cantante y guitarrista estadounidense llegó en uno de los momentos más aclamados de su carrera -acaba de ganar un Grammy por su disco de 2014-, y como uno de los números centrales del Acer Stage el día sábado, donde realizó una presentación en la cual demostró sus destacadas habilidades en la guitarra, y que culminó con la artista lanzándose al público. Pero, a pesar de haber tocado hace tres días, Annie Clark, su verdadero nombre, aún no abandona Santiago. La norteamericana se encontraría momentáneamente con orden de arraigo nacional.
¿Qué pasó? Resulta que el camarín de Clark en Lollapalooza fue decorado por la artista visual nacional, Constanza Ragal, con algunas pinturas de su creación. Por razones que no han sido aclaradas, se generó un conflicto entre ambas, y la estadounidense rompió las obras. Como respuesta, Ragal procedió a demandarla por cerca de $4.500 dólares, lo que le significó la imposibilidad de abandonar el país mientras se soluciona la situación, según confirmaron fuentes de la producción.
Hoy en la tarde, las partes involucradas, incluyendo la productora Lotus, se reunirían para llegar a un acuerdo que diera por superado el impasse, y le permitiera a Clark abandonar el país para seguir su gira latinoamericana, donde se presentará este jueves en el festival Auncionico en la capital de Paraguay, y en el mismo Lollapalooza en su edición en Buenos Aires durante este fin de semana.