Cinco minutos para vestirse y estar a la moda. Nada de pasar horas ante el espejo, tratando de combinar blusa, top, falda y medias. El enterito, mono u overol será la prenda más práctica para el vestuario femenino del próximo verano, tal como privilegió la Buenos Aires Fashion Week (BAFW) que se realizó la semana pasada en la capital argentina.

Entre las 18 marcas que subieron a la pasarela, desde Nadine Z a Maria Cher, pasando por Mariana Dappiano y Cook eligieron al enterito como el rey de la temporada. Si bien es sencillo de poner, su dificultad estriba en que sólo armoniza con siluetas estilizadas.

En versión corta o larga, cuando va del cuello a los tobillos, la clave es que sea de un solo color. Cuando apenas llega a los muslos, acepta estampas, pero siempre discretas.

Los accesorios sí pueden ostentar con su presencia, sirviendo de contrapunto al overol. Los cinturones anchos definen el centro del enterito, mientras las pulseras o brazaletes adornan los brazos desnudos y los aros tratan de rozar los hombros. En la mano el sobre-cartera o clutch y en los pies, el calzado que acapara la atención son las sandalias de plataforma, con la punta al descubierto (peep-toe) o una rejilla conformada por tiras de cuero.

Paradójicamente, y como sucede tantas veces en la moda, en paralelo al enterito convive la tendencia ochentista de superponer innumerables prendas para finalmente generar un look muy despreocupado. Como si la usuaria nunca hubiera destinado atención a su atuendo.

Esta múltiple superposición que sólo aplica al torso consta de un chaleco cubriendo la pechera de una camisa que, ceñida con un cinturón ancho, insinúa un top debajo. El look se desliza hacia abajo con unos leggings o una pollera lápiz y botas al tobillo con taco alto. Paula Cahen d'Anvers, Rapsodia, Wanama y Como Quieres que Te Quiera son marcas que ya tienen esta estética como sello de marca y que desfilaron en BAFW.