El próximo 24 de abril será clave para Blanco y Negro. Ese día, se realizará la junta ordinaria de accionistas, en donde la concesionaria de Colo Colo tendrá un nuevo presidente. Esto después de que Arturo Salah se despidiera de la presidencia, cuya salida se materializará ese mismo día.
Con este panorama, las interrogantes sobre el futuro de Blanco y Negro comienzan a surgir. Más todavía, si se considera que a comienzos de mes el empresario Aníbal Mosa pasó a tener el 29,8% del total de acciones, tras adquirir el 5,1% que Hernán Levy puso a la venta. De paso, se ratificó como el mayor accionista individual, lo que lo convierte inevitablemente en candidato a la presidencia.
Y si bien la mencionada compra no le entrega a Mosa el control absoluto de las decisiones directivas, sí le permite equiparar fuerzas con Leonidas Vial, cuestión que podría incidir directamente en lo deportivo, sobre todo considerando su buena relación con Héctor Tapia, quien próximamente debe negociar su renovación.
Pero el mayor efecto podría variar en la conformación del nuevo directorio, debido al aumento del poder de Mosa. Esto porque, sumado a los tres asientos que controlará en la mesa directiva, se suman dos más que podrían ser directamente influidos por él, a partir de un potencial acuerdo con los dos directores que representan al Club Social. Este ultimo ente, opositor a la gestión de Salah.
Cabe recordar que Salah llegó a la testera de Blanco y Negro con el respaldo de Leonidas Vial. Y por lo anterior, ya al momento en que Mosa pasó a tener el 29,8% de los papeles se vislumbraba que la presidencia de Salah tendría los días contados. Ahora, el puertomontino es apuntado como el casi seguro nuevo presidente de la concesionaria.