Las Marcianitas hicieron historia una vez más, en esta ocasión en el Mundial de Francia. A su regreso al país, en el aeropuerto, familiares, amigos y seguidores del grupo de jóvenes las esperaban para felicitarlas por el tercer lugar. Entre gritos y aplausos se veían pasar relucientes las medallas de bronce obtenidas tras vencer a la selección alemana. Agotadas por el largo viaje, pero con la amabilidad que las caracteriza, las dirigidas por Quintanilla agradecían las muestras de aprecio de la gente con sonrisas que reflejaban un camino de arduo esfuerzo en silencio. Su entrenador es claro con respecto al tema deportivo afirmando: "Estamos muy contentos, en pista no nos ganó nadie. ¡Maldito gol de oro (contra Francia)! Nos dejó fuera de la final, que a la postre nos permite a nosotros poner los pies sobre la tierra".

En la cancha, el fruto de la dedicación de este grupo de jóvenes dejó en evidencia realidades contrapuestas, ya que por un lado representan con éxito al país y, por  otro, este no se los retribuye como ellas esperan. Solo el esfuerzo propio y de sus familias han sido el pilar fundamental para los logros obtenidos en esta campaña. En este contexto, Macarena Ramos, de gran actuación en la Copa del Mundo afirma: "La verdad es que donde llegamos es gracias a las familias, su apoyo y nuestra dedicación".

Dentro de esta selección, las jugadoras han tenido que saber combinar la vida privada, la académica y la deportiva, dejando atrás muchas cosas para poder alcanzar las metas propuestas. En el caso de un pilar fundamental del equipo, Alexa Tapia, el trabajo, el deporte y el ser madre.

"Mi disponibilidad de horarios no es el mismo que el resto, ha sido algo súper difícil, porque es complicado entrenar hasta las 11 de la noche, llegar a tu casa y que tu hijo esté durmiendo. Y al otro día él se va al jardín y yo me voy a trabajar. Han pasado semanas que lo veo muy poco, pero bueno, son los riesgos que corrimos y lo que aceptamos", comenta la defensa nacional.

Con miras al futuro, Tapia es tajante con respecto a sus compañeras: "Les queda mucho por delante, se ve mucho futuro en ellas". Palabras que arengan el camino hacia Argentina 2016, próximo Mundial que lucharán por conquistar.