Dos ataques suicidas con bomba que dejaron 25 muertos el jueves en Bagdad fueron reivindicados por Estado Islámico, cuyo bastión de Faluja, cercano a la capital, está rodeado por fuerzas iraquíes que avanzan sobre la ciudad.
Los insurgentes suníes ultra radicales dijeron que un ataque fue perpetrado con un coche bomba y que el segundo ocurrió por la detonación de un chaleco con explosivos.
Las fuerzas iraquíes comenzaron una ofensiva contra Faluja, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, el 23 de mayo después de una serie de mortales ataques con bomba contra distritos chiíes de la capital. Los soldados comenzaron a avanzar el miércoles contra los militantes dentro de la ciudad, después de rodearla completamente.
Un oficial de policía dijo que un coche bomba explotó en una calle comercial de Bagdad, en el este de la capital, y provocó la muerte de 17 personas y dejó a más de 50 heridos.
Un hombre con un chaleco cargado de explosivos se inmoló en un puesto de control cerca de las barracas de Taji, justo al norte de Bagdad, dejando siete soldados muertos y 20 heridos, agregó.
Estado Islámico "tiene una larga experiencia en establecer múltiples redes pequeñas que tienen la capacidad de operar independientemente entre sí", dijo el analista basado en Bagdad y ex general del Ejército Jasim al-Bahadli.
Faluja es un bastión histórico de la insurgencia suní, primero contra la ocupación estadounidense de Irak en 2003, y luego contra las autoridades lideradas por los chiíes que tomaron control del país.
El ministro de Finanzas, Hoshiyar Zebari, dijo la semana pasada que esperaba que la recuperación de Faluya tome tiempo, dado que los militantes han cavado túneles y colocado dispositivos explosivos en caminos y casas para impedir el avance del Ejército.