El grupo terrorista Estado Islámico (EI) asesinó hoy a veinte miembros de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en el teatro romano de la ciudad monumental de Palmira, en el centro de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, que citó a habitantes en la zona, explicó que los yihadistas mataron a balazos a sus víctimas delante de un grupo de civiles que congregaron en el teatro, situado en la parte antigua de la localidad.
Con estos muertos se elevan a 237 el número de personas asesinadas por los yihadistas en Palmira y otras áreas que han tomado en el este de la provincia central siria de Homs desde el 16 de mayo, según los datos del Observatorio.
Entre esos fallecidos hay 67 civiles, de los que catorce eran menores de edad y cinco enfermeras, que murieron a manos del EI en las poblaciones de Al Sujna y Al Ameriya, y cerca de unas viviendas de oficiales del Ejército en Palmira, acusados de colaborar y esconder a efectivos del régimen en sus casas.
Las autoridades sirias disponen de una cifra de muertos superior y han asegurado que el EI habría decapitado a al menos 400 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en Palmira desde el 20 de mayo, cuando el grupo terrorista se hizo con su dominio.
Los extremistas iniciaron una semana antes una ofensiva en la región oriental de Homs, fronteriza con la provincia iraquí de Al Anbar.
Las ruinas de Palmira son uno de los seis sitios sirios que están incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
Antes del inicio de la contienda en el país, en marzo de 2011, sus ruinas eran una de las principales atracciones turísticas del Estado árabe y de la región.
El EI difundió ayer un vídeo con supuestas imágenes de Palmira en el que aparentemente no se apreciaban daños en el lugar arqueológico, lo que fue confirmado por las autoridades sirias, que afirmaron que hasta ese momento no se habían registrado daños materiales.