El euro y el dólar de Nueva Zelanda se presentan como las monedas del mundo desarrollado más vulnerables a la fluctuación de la confianza respecto a la premura con que la Reserva Federal de los Estados Unidos reducirá sus medidas de estímulo sin precedentes.

Aun con una tasa de interés de referencia de 0,5% la política monetaria del Banco Central Europeo es la más restrictiva del Grupo de 10 monedas sobre la base de medidas que van desde la inflación al crecimiento y el empleo, según Bank of America Corp.

Eso deja al euro en la situación de mayor riesgo frente a las nuevas medidas del BCE para estimular la economía de la región si la Fed se retrajera. En el extremo opuesto del espectro están Nueva Zelanda y su dólar.

Los mensajes contradictorios de los funcionarios de la Fed sobre cuándo planean comenzar a reducir los US$85.000 millones mensuales que inyectan en el sistema financiero con la compra de bonos y las consecuencias que podría tener eso para otras economías en junio llevaron la volatilidad del mercado de divisas al nivel más alto en más de un año.

"Cada dato que se publica hace subir y bajar las expectativas", dijo Brad Bechtel, director gerente de Faros Trading LLC de Stamford, Connecticut, en una entrevista telefónica del 23 de julio. "En este momento, el paradigma obviamente se centra en la Fed y en el ajuste o la flexibilización, y todo gira en torno a lo que se piense sobre el momento de la reducción", agregó.

Las versiones sobre lo que podría hacer la Fed y cuándo, están afectando las operaciones que se beneficiaban con las tasas de interés estadounidenses más bajas de la historia. El euro sufrió pocos cambios el mes pasado frente a una canasta de monedas de países desarrollados, mientras que el llamado kiwi tuvo la segunda mayor alza, apreciándose 2,1%, según los datos que reunió Bloomberg.

La Fed ayudó a sostener la economía mundial con tres tramos de compras de bonos, que incrementaron la cantidad de dólares en el sistema financiero. El activo de su balance se elevó de US$894.000 millones a fines de 2007 a un récord de US$3,6 billones, según los datos que reunió Bloomberg.

Esto marca una divergencia con respecto a la zona euro de 17 países, donde el presidente del BCE Mario Draghi el 4 de julio indicó que su intención es mantener la tasa de interés de referencia del banco en un mínimo récord por un período prolongado y evaluar las opciones para brindar más flexibilización monetaria. Las medidas de estímulo tienden a incidir en una moneda. El BCE se reunirá la semana entrante.

Esas opciones incluyen aumentar la cantidad de dinero circulante cobrando a los bancos por el depósito de fondos, reactivar el mercado de títulos respaldados por activos y proporcionar a los inversores más orientación predictiva sobre las tasas de interés.