"Luchando por un sueño". Esta frase se puede leer en uno de los tatuajes que tiene Nicolás Castillo, que lo mostró cuando se arrojó al césped para igualar el marcador en Buenos Aires ante Independiente, y que el jueves hizo lo mismo para mantener con vida a Universidad Católica ante Sao Paulo tras un buen enganche y una precisa definición.

Desde su debut contra San Pedro de Atacama en Copa Chile hasta el juego del jueves ante los paulistas han pasado casi tres años y Castillo, de 19, sigue siendo un vistoso y potente centrodelantero. En Primera División, Juan Antonio Pizzi lo hizo debutar en el triunfo 2-0 sobre Cobreloa, el 10 de abril de 2011. "Lo tuvimos muy poquito, porque vivió muchas lesiones", recuerda el PF Jorge Fleitas, hoy en Colo Colo.

El oriundo de Renca ha tenido que luchar bastante para posicionarse en el sitial donde hoy está. Cuando comenzaba  a ganar minutos, el entrenador Mario Lepe decidió alejarlo del primer equipo y debió regresar a entrenar en cadetes. En esa época trascendió que el jugador comenzó a llegar tarde a las prácticas y que la fama lo había nublado.

"Era muy inmaduro e inquieto. Hace algunos meses era muy distinto a lo que se percibe ahora. Se nota que ha madurado y que está más tranquilo", ratifica Lepe.

Sus 14 goles en 39 partidos lo han posicionado como uno de los jugadores exportables. Esto hizo que en el club le pusieran precio a su pase: el piso para negociar son tres millones de dólares. La vitrina internacional provocó que Napoli se interese en sus servicios. De hecho, espera el resultado que obtenga con la Sub 20 en el Sudamericano de enero para iniciar una ofensiva.

Al respecto, Lepe piensa que el "Nico" "está en condiciones de emigrar", aunque en Cruzados piensen que debe consolidarse primero en el fútbol chileno durante seis meses más, tal como lo pidió Martín Lasarte. "Lo veo muy bien. Tiene mucha fuerza. Empuje. Da lo mismo la edad que tenga, tiene las condiciones necesarias y puede partir ahora. Con esa edad se han ido a Europa varios jugadores", agrega Lepe.

El plus de Romero 

Otro que conoce muy bien a Castillo es Andrés Romero. El ex lateral de la franja lo condujo entre los 14 y los 17 años y lo respaldó cuando fue técnico interino del primer equipo.

El "Moto" prefiere que siga un tiempo más, pero sabe que el fútbol es una actividad económica potente: "Lo ideal es que se quede un par de temporadas más, pero sabemos que este deporte es un negocio y se han visto salir a jóvenes como Diego Rubio o Angelo Henríquez".

Romero fue uno de los puntales en el desarrollo de Castillo. "Tiene un carácter muy fuerte. No se achica. Pasó de malos momentos a muy buenos", recalca el DT de la Sub 18 de la UC.

Muy atrás quedaron los años en que Castillo era barrista y tocaba el bombo alentando al club de sus amores.