"Los raizales" son los nativos de la isla colombiana de San Andrés que por estos días ha ganado figuración por encontrarse en medio de la controversia tras el fallo de La Haya que restó una amplia franja de mar al archipiélago y se lo entregó a Nicaragua. Los isleños poco a poco han levantado la idea de mayor autonomía y reconocimiento étnico.

El promotor de esta idea es el pastor bautista y referente raizal, Raymond Howard Britton, que lidera el Movimiento por la Autodeterminación Étnica del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (AMEN, por sus siglas en inglés). Dicho movimiento ya presentó un boceto de estos planes de autonomía al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y a su vicepresidente, Angelino Garzón.

"Antes de que existieran Colombia o Nicaragua nosotros ya estábamos acá", dice Howard Britton y agrega que deben ser "los dueños de su destino" y buscar un nuevo estatus político en relación con Colombia. Este puede adoptar la forma de un Estado asociado, "como Puerto Rico" lo es de Estados Unidos, aunque también se inspira en "las experiencias autonómicas españolas", dijo el líder.

Lo ideal, matizó, sería depender de Colombia sólo en materia de defensa y relaciones internacionales, pero que en esos cargos hubiera "equipos con nativos" que hablaran inglés, por su pasado de colonia británica en el siglo XVII, y creole, la lengua propia que heredaron de los ancestros africanos.

El fallo de la CIJ confirmó la soberanía colombiana sobre las tres islas mayores y sobre los siete cayos restantes, pero también le otorgó a Nicaragua entre 70.000 y 90.000 kilómetros cuadrados de mar que tradicionalmente eran de los isleños.

Este fracaso en el litigio tuvo lugar, según Howard, porque los agentes que defendieron a Colombia ante el tribunal no contaron nunca con la asesoría de un sanandresano que pudiera haber defendido con argumentos los intereses de los habitantes del archipiélago. "Lo último (pasó) por no considerar al pueblo, por no visibilizarlo y no aceptar la realidad", sostuvo.

Es por eso más frecuente que los habitantes del archipiélago se sientan más raizales que colombianos. "Y antes del fallo eso era así en un 80 %, pero después ha subido al 99 %", agregó el líder nativo.

"Lo que pasó en La Haya lo miramos como la última gota que rebasa el vaso porque Colombia a través de esos cien años ha regalado prácticamente el territorio ancestral con el que nos adherimos a la Gran Colombia (en 1822) mediante tratados", señaló Howard.

Las grandes pérdidas son para los pescadores artesanales, a los que el Gobierno de Juan Manuel Santos ha querido compensar con medidas económicas y alternativas, que Howard calificó como "subsidios, dádivas y regalos" que eluden el problema de fondo y no son más que inversiones sociales del Estado.

"Venir con eso ahora para tratar de apaciguar las cosas es prácticamente insultar a la gente", agregó, al quejarse de décadas de olvido estatal hacia su región.