El nacionalismo radical sacudió este domingo los estamentos de la Unión Europea, liderada por un Frente Nacional que provocó un seísmo político en Francia al convertirse en la primera formación del país en las elecciones legislativas europeas.
El Frente Nacional de Marine Le Pen logró una victoria histórica obteniendo entre 24 y 25% de los votos, por delante del partido conservador UMP (20 a 21%) y relegando al Partido Socialista (en el poder), que sólo logró entre 14 y 15%, al tercer lugar.
Esta es la primera vez que el Frente Nacional encabeza una elección a nivel nacional y supera el 20% de los votos.
"Es un resultado histórico. Somos ahora el primer partido de Francia", indicó Florian Philippot, vicepresidente del FN. Para la ministra socialista francesa Segolene Royal, este resultado es un "golpe a escala global".
De inmediato el FN pidió la disolución de la Asamblea Nacional francesa, dejando en evidencia la confusión de géneros entre las cuestiones nacionales y europeas de esta elección marcada tradicionalmente por una alta abstención y en la que los que acuden a las urnas lo hacen, en parte, para ejercer un voto castigo al gobierno nacional.
Este domingo se celebraron comicios europeos en 21 países del bloque. El jueves, Gran Bretaña y Holanda dieron el puntapié inicial, les siguieron Irlanda y República Checa el viernes, y el sábado fue el turno de Letonia, Malta y Eslovaquia.
Por primera vez en la historia del Parlamento, cuyos miembros se eligen por sufragio universal desde 1979, los partidos antieuropeos y de ultraderecha podrían sumar unos 100 escaños.
Esta cifra les permitiría formar un grupo, si llegan a entenderse, para pesar en el hemiciclo, pero las principales fuerzas políticas, los conservadores y los socialistas, sumarían ambos unos 400 escaños.
Los pronósticos de intención de voto adelantan que en Dinamarca e Italia los partidos antieuropeos o de extrema derecha también llegarían en primer o segundo lugar.
En Gran Bretaña, donde el jueves se votó también en comicios locales, el Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP, ultraderecha) se colocó como tercera fuerza política nacional en porcentaje de votos, con el 17% según las proyecciones, y provocó un terremoto político.
En contraste, en Holanda el antiislamista Partido de la Libertad (PVV) dirigido por Geert Wilders no alcanzó el objetivo que se había fijado. Según los resultados a boca de urna sólo alcanzó 12,2% de los sufragios contra el 17% que logró en 2009.
A BOCA DE URNA
Según los sondeos a boca de urna, en Alemania el partido antieuro AfD, creado en la primavera boreal de 2013, alcanzó 6,5% de los votos, pero los conservador de la CDU/CSU llegan primeros con 36%.
El canal de televisión pública alemán difundió una proyección de escaños que le otorga al CDU/CSU 35 bancas (-7), los socialdemócratas del SPD enviarían 27 diputados (+4), el AfD 6 y el partido neonazi NPD (Partido Nacionaldemócrata de Alemania) lograría enviar un diputado un hito en la historia de la Eurocámara.
En Austria la extrema derecha del FPÖ llegaba en tercera posición, con 19,9% de los votos, en alza de cinco puntos con respecto a 2009, detrás de los democristianos y los socialdemócratas en el poder.
En Grecia, país azotado por la crisis económica y las medidas de austeridad impuestas por Bruselas, el partido de izquierda radical Syriza registra un ligero avance (26% a 30%) frente a la derecha Nueva Democracia (ND) del primer ministro Antonis Samaras (23% a 27%).
El Parlamento Europeo no revelará ningún resultado antes de las 21H00 GMT, hora de cierre de las últimas oficinas electorales en Italia.
La participación, que desde hace semanas se anuncia en baja, era levemente superior este domingo en comparación con las cifras de 2009.
En 2009, el 57% de los inscritos no acudió a votar.
CINCO ASPIRANTES A PRESIDIR LA COMISIÓN
Pasados los comicios, se llevará a cabo la elección del presidente de la Comisión Europea, el poder ejecutivo comunitario, un puesto ocupado hasta ahora por el portugués José Manuel Barroso, quien tras votar este domingo en Lisboa recordó que los comicios son "muy importantes para la vida cotidiana de los ciudadanos".
La designación del presidente es una competencia de los jefes de Estado y de gobierno, pero esta vez los partidos políticos presentaron cinco candidatos para "personalizar" las elecciones y movilizar a los votantes, entre ellos el ex primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker (PPE), el actual presidente del Parlamento europeo, el alemán Martin Shulz (socialdemócrata) y el ex jefe del gobierno belga Guy Verhofstadt (liberal).
Sin embargo, los tratados europeos no obligan a los estados a nombrar a uno de estos candidatos como presidente de la Comisión y si ninguna fuerza obtiene una mayoría clara en el Parlamento podrían optar por un candidato externo.
El presidente del Consejo Europeo, que representa a estos 28 países, Herman Van Rompuy, recordó que el candidato deberá disponer por supuesto "de una mayoría en el Parlamento", pero también "de una amplia mayoría en el Consejo".