Su máximo líder, Alberto Fujimori, está en la cárcel; la heredera e hija del ex presidente peruano, Keiko, perdió las elecciones de 2011; varios de sus dirigentes han sido acusados de corrupción, mientras que el recuerdo del gobierno de "El Chino" no es precisamente el mejor, pese al despegue económico que tuvo el país a partir de esa era (1990-2000) y cuyo modelo han profundizado todos los presidentes peruanos que lo sucedieron. Pero el fujimorismo se ha mantenido como una fuerza sólida en Perú, al punto que se ha convertido en la bancada más numerosa del Congreso.

Las perspectivas para el fujimorismo, que no posee ideología clara y se acerca más bien al populismo, ya se las quisiera cualquier otro partido político peruano. De hecho, Fuerza Popular -que aglutina a todas las vertientes fujimoristas- representa ahora la primera minoría con 35 congresistas, gracias a la estrepitosa división de la alianza oficialista Gana Perú. Cuando Ollanta Humala asumió el poder en 2011, la bancada nacionalista tenía 47 legisladores, pero hoy suman 34.

Con esta plataforma, el fujimorismo se ha consolidado como la principal fuerza de oposición a Humala. Además su candidata presidencial para las elecciones de 2016, Keiko Fujimori, es la favorita con un 30% de intención de voto según las encuestas. También los fujimoristas pueden sacar cuentas alegres, ya que a pesar de su pasado ligado a la red de corrupción liderada por Vladimiro Montesinos, el sector no es percibido como el más corrupto, sino que figura por detrás del Apra de Alan García y de Perú Posible de Alejandro Toledo.

Al mismo tiempo, los fujimoristas, que conforman alrededor del 20% del electorado, se han mantenido unidos y leales tanto al ex presidente como a su hija Keiko. "Ella significa la juventud y la renovación del fujimorismo. La primera lección es que tenemos que cuidar a Keiko, porque no cuidamos al Presidente Fujimori, que sufre condenas injustas. El ex presidente es el líder histórico y referente permanente de cualquier fujimorista y mientras no consigamos su libertad será siempre un tema pendiente", dice a La Tercera la congresista Martha Chávez, una de las figuras históricas de su sector.

"Fujimori asesor de Keiko"

Esta legisladora, que no pasa inadvertida en Perú, plantea que Humala "no tiene liderazgo" y que su principal falencia es que la primera dama Nadine Heredia le quitó autoridad. "El señor Humala se presentó como un candidato antisistema y ofreció cosas que no cumplió como Presidente", plantea Chávez, quien sueña con un Perú "con el ex presidente reivindicado y siendo el mejor asesor que pueda tener Keiko".

Otra mirada tiene el analista político y columnista Juan Carlos Valdivia, quien apunta a las diferentes corrientes en disputa al interior de Fuerza Popular, que comenzó llamándose Cambio 90, para luego transformarse en Nueva Mayoría, Vamos Vecino, Perú 2000, Sí Cumple, Fuerza 2011 y Alianza por el Futuro. "En el fujimorismo las vertientes son los que obedecen al papá (Alberto Fujimori), los que obedecen a la hija (Keiko) y los que obedecen al hijo (Kenji)", señala.

"El fujimorista es un convencido, casi religiosamente, de la persecución luego de la caída de Fujimori en 2000 y eso los ha unido. Y Keiko es una líder cercana a sus congresistas, a diferencia de Humala", dice Valdivia, consultado por La Tercera.

De todos modos, el fujimorismo y Keiko han debido enfrentar críticas constantes por el rol que sigue jugando Fujimori desde la cárcel. Y las dudas por un eventual indulto en caso de que Keiko sea electa Presidenta. Para Humala, el fujimorismo "es un partido que nació de la cloaca", mientras que para otros es un sector dominado por el  caudillismo, el populismo, el clientelismo político y el abuso del poder. Pero por ahora, van al alza.