En el fútbol, China tiene un afán clarísimo: ser potencia. Lo demuestran en su torneo local. La Superliga china se abrió paso mediante una fuerte inversión en figuras y técnicos de renombre, como Manuel Pellegrini (Marcello Lippi es el seleccionador nacional). También lo demuestran a nivel de gobierno, ya que promueven la actividad desde las escuelas pensando en el Mundial del 2050. Y también desde el empresariado, con gastos altísimos para expandir sus horizontes.
Desde 2015, empresas tanto de capital estatal como privado han ingresado al fútbol europeo adquiriendo de manera parcial o total diferentes clubes del Viejo Continente. La inversión es tan potente como asombrosa: según información de Financial Times, en menos de dos años han invertido más de US$ 2.000 millones en las respectivas operaciones.
En este panorama, la inversión más relevante fue para comprar el Milan. Finalmente, Silvio Berlusconi, a través del grupo financiero de su familia, Fininvest, vendió su participación en el club (99,93%) en US$ 821 millones a un grupo de inversores dirigidos por el empresario Li Yonghong y la sociedad estatal Haixia Capital.
A la larga, Milán será un brazo de China ya que también el Inter fue adquirido por un grupo de ese país, aunque por una cifra menor. Suning Holdings Group se transformó en el participante mayoritario de las acciones del elenco neroazzurro, poniendo sobre la mesa US$ 307 millones. También son dueños del equipo local Jiangsu Suning. El presidente del Inter sigue siendo el indonesio Erick Thohir.
Eso sí, la movida también ha despertado críticas y nada menos que de Roberto Mancini, técnico cesado durante la pretemporada. Bueno, hoy el equipo tiene un interinato luego de la salida del holandés Frank De Boer por malos resultados.
"En Italia necesitas sentir la presencia de la sociedad (directiva) y que esté siempre cerca de ti, pero si a veces es complicado estar de acuerdo entre italianos, imagínate si se trata de un chino (Zhang Jindong, presidente del grupo Suning), un indonesio (Thohir), un italiano (Piero Ausilio, el director deportivo) y un inglés (Michael Bolingbroke, administrador delegado)", afirmó Mancini.
Además de Italia, también entraron a Inglaterra. China Media Capital, empresa pública de capital de riesgo (cuyas inversiones van desde medios hasta entretenimiento), pagó US$ 400 millones para comprar un porcentaje del Manchester City. Por otra parte, un equipo de rica historia en la isla, pero de pobre presente como el Aston Villa, hoy jugando en la segunda categoría, fue adquirido por el empresario Tony Xia en US$ 86 millones.
En España, el grupo Dalian Wanda se hizo con el 20 por ciento del Atlético de Madrid. El propietario del conglomerado empresarial Wanda, Wang Jianlin, es la persona más rica de ese país (con una fortuna aproximada de US$ 42.600 millones a fines de 2015). Además, pretende bautizar el nuevo estadio de los colchoneros, que se inaugurará para la temporada 2017-2018, con el nombre de su holding.
No sólo quieren ser potencia en el fútbol. También en otros deportes, como el rugby. La empresa Alibaba, la gigantesca compañía de mercado online, invertirá US$ 100 millones en esa disciplina dentro del país. Las señales son claras. En China, quieren acaparar todo.
La liga sigue subiendo
La presencia del torneo chino dentro de la vanguardia del fútbol internacional es sorpresiva por su escasa historia en ese deporte. No obstante, el superlativo crecimiento de la Superliga permite que el gigante asiático se instale como un nuevo foco de interés, ya sea para los extranjeros en preferir ese país como destino y también para los propios hinchas locales.
En 2015, la primera división local fue la sexta liga con mayor cantidad de espectadores promedio en el mundo, con 22.580 asistentes (hablamos de una nación con 1.300 millones de habitantes). La primera resultó ser la Bundesliga, con 43.177. De esta manera, China logra superar a los campeonatos de Argentina, Francia, Holanda y Brasil, entre otras.
La Superliga 2016 finalizó el último fin de semana (el Hebei Fortune de Pellegrini terminó séptimo, con 40 puntos) y el balance es mejor en cuanto a espectadores. En este año creció el número en un nueve por ciento, alcanzando una media de 24.171 personas. Eso sí, el conjunto del Ingeniero no está dentro de los seis más populares. El cuadro que atrae más gente en el país es el Guangzhou Evergrande, último campeón y dirigido por el ex seleccionador brasileño Luiz Felipe Scolari, con un promedio de 44.883 espectadores.