El quiebre en el directorio de Blanco y Negro es absoluto. Lo admite públicamente Aníbal Mosa, al punto de que advierte que romperá relaciones comerciales con su contraparte. "A lo mejor no tengo los apellidos de Vial, ni la plata, pero tengo dignidad. Mañana voy a retirar mis acciones de LarrainVial", enfatiza. Y lo reconocen también desde el círculo más cercano a Leonidas Vial, donde se muestran desilusionados con el actuar del actual timonel de la concesionaria. Algunos, en Macul, alcanzan a poner en duda la permanencia del empresario en la mesa directiva.
Lo cierto es que Vial, indican en el bloque que lidera, no piensa dejar en lo inmediato el directorio de Blanco y Negro. "No es fácil", apunta una fuente cercana al empresario. Tampoco tiene la intención de entregarle el control total a Mosa y, además, cree que el escenario económico por el que atraviesa el país torna inviable una operación de ese tipo, por los altos montos de dinero que involucraría.
Su continuidad, de todas formas supone también una postura cautelosa. A partir de ahora, la definición es, según su círculo más cercano, "irse con cuidado". Es decir estar doblemente atento a la conducción que tendrá la institución a partir del lunes, en un escenario que asumen con resignación. Estiman que la decisión está, ahora, en manos del Club Social y Deportivo, una entidad que nunca han tenido como aliada, y que ahora, gracias a la propuesta de Mosa podría pasar a presidir la empresa.
En el bloque de Vial hay temor. No existe esperanza en el proyecto económico ni deportivo de Mosa y menos aún en una virtual alianza con la entidad que preside Fernando Monsalve. De hecho, temen un rotundo fracaso y se ponen en el peor caso: la quiebra de la concesionaria.
Por eso, la definición, más allá de la continuidad temporal, también parece tomada. "Leonidas dejará Colo Colo si la administración conjunta de Mosa y el Club Social comete errores graves. No prestará su nombre para ese tipo de situaciones. Siente que su nombre no está para ese tipo de payasadas", describe un miembro de su bloque.
Por el momento, Vial está resignado. La ilusión de ubicar a en la testera a Jaime Pizarro está perdida. Y, así, no le queda más que asumir in rol de contralor. Muy lejos del nivel de decisión que pretendía tener.