La campaña internacional contra la evasión tributaria marcó un nuevo hito con la aprobación del estándar para el intercambio automático de información tributaria elaborado por la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económicos (Ocde). El objetivo es que los países se transmitan, sin necesidad de una solicitud previa, la información que recogen entre sus instituciones financieras.

Los países del G20 se comprometieron en Sydney a implementar el estándar para fines de 2015, con la meta de comenzar el intercambio de información en 2016. La decisión del G20 es un paso hacia el "fin del secreto bancario como lo conocemos", declaró Pascal Saint-Amans, director del Centro Tributario de la Ocde, a la agencia Bloomberg.

El objetivo más visible es cerrar los espacios que permiten a multinacionales como Google, Apple o Yahoo! atribuir sus ingresos a diferentes jurisdicciones para pagar menos impuestos. El principio es que se paguen los gravámenes en los países donde se originan las rentas. "El mensaje político es que cerraremos todos los vacíos. Lo que las multinacionales están haciendo es legal. Si es legal y no nos gusta el resultado, hay que cambiar las reglas", añadió.

La Ocde no tiene cifras para estimar el costo total de la elusión, pero Saint-Amans apuntó como ejemplos que las Islas Vírgenes Británicas fue uno de los primeros cinco inversionistas en Rusia y China y que las utilidades acumuladas de las empresas estadounidenses fuera de su país suman US$ 2 billones.

El intercambio no se limitará a los contribuyentes empresas: la propuesta aprobada incluye también a las personas y a entidades como fideicomisos y fundaciones. Porque como dijo el secretario general de la Ocde, Angel Gurría, en la presentación del estándar: "La globalización del sistema financiero ha hecho que sea cada vez más sencillo para las personas realizar, mantener y manejar inversiones fuera de sus países de origen".

El estándar (CRS, su sigla en inglés) es muy similar al Fatca (Foreign Account Tax Compliance Act) estadounidense, que exige a las instituciones financieras informar sobre los movimientos financieros de ciudadanos y empresas estadounidenses. El CRS persigue instalarse como un mecanismo efectivo en términos de costos para el intercambio de información entre países fuera de EE.UU., creando un nivel de transparencia que desincentive el uso de cuentas en el exterior para evitar el pago de tributos. En lugar de basarse en nacionalidad,  como el Fatca, el CRS lo hace en residencia.

Chile no se quedará al margen. No sólo es miembro de la Ocde, además, el año pasado firmó el Convenio  sobre asistencia administrativa mutua en el ámbito de la fiscalidad en octubre.

Jorge Narbona, socio tributario de BDO Auditores & Consultores, explica que si bien Chile tiene múltiples acuerdos tributarios vigentes con otros países que incluyen cláusulas de intercambio de información, hasta ahora funcionaba bajo demanda. "Esto cambia el escenario, porque es automático, las autoridades tributarias comenzarán a alimentar anualmente una gran base de datos" sin que se les pida, explica.

La lógica es similar a la de nuestra Operación Renta, en la que instituciones como bancos, administradoras de fondos, AFP, empleadores, entre otros, entregan información sobre rentas al SII que le permite corroborar las declaraciones presentadas por los contribuyentes y detectar ganancias no declaradas.

Esto tendrá un efecto tanto para aquellos contribuyentes con actividades completamente legales que tienen ingresos desconocidos para las autoridades tributarias de sus países de residencia, como en la detección de actividades criminales como narcotráfico y lavado de dinero.

Ronald López, supervisor tributario de BDO, precisó que la aplicación del nuevo estándar impactará sobre todo a las instituciones financieras, bancos en particular, que tendrán que ajustar sus sistemas y plataformas para generar estos informes. No obstante, la experiencia con el Fatca podría facilitar el proceso.

Asimismo, comentó, es posible que el Banco Central o el Ministerio de Hacienda tengan que tomar parte en el proceso. "El SII recoge información a partir de las declaraciones de impuestos, pero hay personas que no están obligadas a declarar (...) ¿Cómo podría el SII enterarse de que hay personas que tienen rentas en el exterior si no presentan una declaración en Chile? También puede ocurrir que la información del SII sea incompleta".

Sandra Benedetto, socia de Tax & Legal de PwC, resalta que el CRS apunta sobre todo a las inversiones financieras (rentas pasivas), pero que va de la mano con otras iniciativas como el Fatca y el BEPS (erosión de la base tributaria), el plan de la Ocde que apunta a terminar la práctica entre algunas empresas de distribuir sus ingresos entre filiales de distintos países de manera de tener ganancias (y pagar impuestos) donde las tasas son más bajas y concentrar gastos para tener pérdidas (y no tributar) en aquellos de tasas más elevadas.

Benedetto añadió que si bien el CRS se aprobó, está abierto aún un período de discusión y comentarios que permita precisar exactamente qué información se entregará y de qué personas. "Será muy interesante ver cómo se aplica en la práctica, y si es necesario hacer modificaciones legales para hacerlo", comentó. "Pero está claro que para allá vamos".b