Dicen que en la década de los 70 un norteamericano fue el primero en surfearla y que por eso quedó bautizada como El Gringo, la ola más famosa de Chile. Y la más salvaje. Fue la gran protagonista del Maui and Sons Arica World Star Tour, que finalizó ayer. Con un tubo casi perfecto, es una de las mejores olas para surfear. Eso es lo bueno. Lo complicado es que también es una de las más peligrosas del mundo.

El Gringo se produce justo en frente del Morro de Arica, en la playa de la ex Isla el Alacrán, que fue transformada artificialmente en península en los sesenta. Hay diversos factores que hacen que esta ola sea peligrosa. El primero es que se forma en roqueríos y no en una playa tradicional, por lo que obliga a quienes quieren surfearla a tener que internarse a ella a pie por las rocas.

"No es una ola de una playa de arena, es muy difícil, sólo para expertos; pide y exige mucho", dice Cristián Merello, surfista chileno de 31 años. El Gringo está, literalmente, solo rodeada de piedras. Cualquier mala maniobra puede significar estrellarse con fuerza contra ellas.

"La ola revienta en un arrecife de un metro de agua y tiene muy poca profundidad. He tenido muchas alegrías en ella, pero también muchos golpes", agrega Merello. Chocar contra el irregular fondo, con piedras, erizos y picorocos, puede significar serias heridas.

Para el uruguayo Marco Giorgi, segundo lugar de la competencia, también está dentro de las olas más complicadas del mundo: "Es muy peligrosa y hay que respetarla como surfista. Tiene mucha fuerza y mucho poder". Misma opinión tiene el australiano Brent Symes, quien asegura que "se cierra muy cerca de las rocas, es muy pesada y el agua es muy helada; Quienes dicen que está dentro de las olas más peligrosas del mundo no están mintiendo".

Incluso, tanto Merello como Giorgi la encumbran al nivel de las olas más legendarias. "La comparo con las mejores, como la Pipeline en Hawai o la Teahupo'o, en Tahití (ambas superan fácilmente los cinco metros). En Chile tenemos a El Gringo", dice Merello.  En la Pipeline, el tahitiano Malik Joyeux falleció en 2005 y con 25 años tras haberla surfeado. Al tomar la ola, perdió el control de su tabla, la cual golpeó su cabeza. Fue encontrado 15 minutos después inconsciente. A pesar de los intentos por reanimarlo, falleció. "El Gringo es la Pipeline de Latinoamérica", dice Giorgi.

Eso sí, la propia peligrosidad y las características de El Gringo hacen que, al mismo tiempo, sea un desafío y una tentación surfearla.

"Esta ola siempre es perfecta, su tubo es perfecto", asegura Merello, mientras que Giorgi es tajante sobre ella: "Es una ola de cinco estrellas". Es El Gringo, tan peligrosa como atractiva y que este año pudo dominar el brasileño Jesse Mendes, ganador del Mundial de surf de Arica.