Alain Robert lo hizo de nuevo. El francés, que suele subir los rascacielos más empinados del planeta, era una minúscula mancha a más de cien metros del suelo mientras escalaba esta vez el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubai, dándose incluso el lujo de recorrer la afilada aguja sobre los últimos pisos de la estructura.
El "hombre araña" galo escaló los 828 metros del edificio en poco más de seis horas y, a medida que caía la noche, una serie de poderosos reflectores iluminaron la torre mientras Robert subía.
A diferencia de otros ascensos previos, el temerario hombre de 48 años utilizó una cuerda y un arnés para satisfacer los requerimientos de los organizadores en el emirato del Golfo Pérsico, el cual inauguró la afilada torre de metal y vidrio en enero del año pasado. Una ambulancia, con un camillero listo, estaba estacionada en la base del edificio junto con otros vehículos de emergencia.
Robert ha escalado más de 70 rascacielos, incluyendo el Empire State, la Torre Willis en Chicago y las Torres Petronas en Kuala Lumpur, de acuerdo con su sitio en internet. El francés conquistó el Taipei 101 de Taiwán, que hasta antes del Burj era el edificio más alto del mundo, en el 2004.
La firma propietaria de la torre, Emaar Properties, dijo que el Burj Khalifa tiene 160 pisos habitables. Cuenta con una plataforma de observación en el piso 124.
Visto desde el suelo, Robert parecía un punto pequeño difícil de seguir en la oscuridad.
Emaar llamó el ascenso del francés un evento "trascendental" y dijo en un comunicado que "escaló el exterior de la torre en una hazaña récord".
Horas antes del ascenso, el escalador dijo que esperaba llegar hasta la punta, aunque reconocía que sería difícil superar los 700 metros a mano libre sin la ayuda de equipo adicional, debido al diseño de aguja afilada de la torre. Al final, subió rápidamente la aguja y se colgó triunfante en la punta.
Amarrado a un arnés de seguridad atado más de cien pisos arriba, Robert empezó a escalar el edificio plateado cubierto de vidrio y se levantó a sí mismo en una columna central, la cual casi no tenía tubos decorativos que podrían haber dificultado su ascenso.
Robert se movió metódica y rápidamente por la fachada de metal pulido del edificio. Al parecer no utilizó la soga para jalarse, sino que más bien se agarró del vidrio y las pequeñas arrugas de metal como un escalador en roca, a mano limpia.
Cientos de espectadores llenaron las plazas afuera de los centros comerciales y restaurantes a los pies de la torre.
Robert se hospedó en un hotel en Dubai antes del ascenso, donde hizo ejercicios y estiramientos y se alimentó con abundantes carbohidratos.