Gracias a una invitación a formar parte de la división mayor, nació Tinguiririca, uno de los equipos más jóvenes de la Liga Nacional, en 2012.
En su primera temporada "Los Enérgicos" terminaron segundos en la fase regular, siendo eliminados en play-offs por Universidad de Concepción.
Un año después, y a dos fechas del término de la liga, es casi un hecho su clasificación a la Zona Nacional como uno de los mejores del norte, más allá de que ayer cayeron ante Los Leones por 104-81 y fueron desplazados del primer puesto por Sagrados Corazones, que venció a Quilicura por 83-61, en Viña del Mar.
Pablo Ares es uno de los técnicos más exitosos del básquetbol chileno. Con 36 años, el ingeniero comercial suma cuatro títulos Dimayor (2006, 2008, 2009 y 2011); un Nacional cadetes (2004); el título de la liga Centro Sur (2010) y el Domani (2010-2011). También cuenta con experiencia internacional.
El ex estratega de Liceo Mixto se convirtió en el entrenador de Tinguiririca, por dos años. "Liceo Mixto fue en los últimos 10 años el club más grande y Tinguiririca es una institución nueva, pero tiene un gran apoyo detrás. Hay muchas similitudes, porque ambas son serias", dice.
En cuanto a la competencia que se ha generado en esta versión de la LNB, con los equipos que venían de Dimayor incluidos, Ares resalta que "es lejos la liga más competitiva, con los mejores del país y con una presión muy fuerte por clasificar. Antes, eso no existía, porque los equipos eran muy dispares".
En el club se toman con calma la inminente clasificación a la siguiente fase. "Es mérito del trabajo de todos. Somos uno de los pocos equipos que viajamos con hinchas", dice.
En dos semanas comenzará la Zona Nacional, en la que aspiran a levantar la primera copa. "Ser campeones es una frase cliché. Trabajamos para llegar lo más arriba posible. Vamos a ver para lo que está San Fernando", cierra Ares.