El llamado de alerta realizado por la Sofofa, al impulsar la creación de un Comité eléctrico, busca encontrar un camino para reducir el impacto de los altos costos de la energía en la productividad del país y su crecimiento. La judicialización de los proyectos, cuatro años de sequía y precios marcados por turbinas a diésel, que son más caras, complican a los principales sectores productivos.
La situación, que ya venía siendo adelantada por diversos representantes gremiales desde al menos dos años, comenzó a tener efectos tangibles en el sector industrial, con el cierre de operaciones en empresas intensivas en el uso de energía. El jueves CMPC -brazo forestal del grupo Matte- anunció el cierre de su planta productora de papel periódico Papeles Río Vergara, ubicada en la comuna de Nacimiento, tras 56 años de operación. La decisión del directorio responde a la imposibilidad de lograr contratos de suministro eléctrico a precios razonables, que permitieran a esa operación seguir siendo competitiva. Ya en 2008 Cerámicas Cordillera cesó sus operaciones y se declaró en quiebra, por mayores costos del gas tras los cortes de suministros de Argentina.
El alto costo de la energía también complica a la acerera CAP. La firma anunció esta semana una reorganización en su negocio siderúrgico que, entre otras cosas, es provocada por los costos de la energía (ver página 60).
Los sectores más expuestos son los más intensivos en el uso de energía, como la minería y cementeras. Estas últimas están perdiendo mercado por la importación de cemento barato desde Asia (donde el costo de la energía es mucho más baja) o del clinker, con lo que evitan el procesamiento en los hornos.
El presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, reconoce que hay problemas. "Hay empresas demandantes de bastante energía en sus procesos productivos, como el sector metalmecánico y las fundiciones. Con los niveles de costos marginales actuales el tema está muy complicado".
Advierte que los altos costos pueden dejar fuera del mercado a la industria manufacturera. "Si eso sigue así, prepárense para que muchas empresas manufactureras empiecen a cerrar, porque con los costos de hoy no competimos", dice.
También reconoce que el comercio y la agroindustria se ven afectadas. Esta última, por la energía que utilizan en las cadenas de almacenamiento y frío de la fruta.
El presidente de la Sociedad nacional de Agricultura, Patricio Crespo, señala que el país tiene que hacerse cargo del problema, y que si no hay una solución en el corto plazo, las alzas comenzarán a ser percibidas en los bolsillos de la ciudadanía a contar de 2014. Explica que, en el caso de la agricultura, uno de los aspectos más perjudicados es el riego tecnificado, utilizado en alrededor del 30% de la superficie agrícola.
Fernando Raga, presidente de Corporación de la Madera (Corma), estima que no será posible solucionar el problema en el corto plazo. Indica que dentro de la industria forestal las papeleras, las plantas de tableros y los aserraderos son las áreas de negocio más perjudicados por la situación.
Según un catastro realizado por la Sociedad Nacional de la Minería (Sonami), hoy está postergado alrededor del 40% de las inversiones que el sector minero consideraba hasta 2021, a causa del costo de la energía y la judicialización que enfrentan las iniciativas. A fines de agosto el presidente de Antofagasta Minerals -controlada por la familia Luksic- Diego Hernández, anunció que la expansión del yacimiento Los Pelambres está postergada por la coyuntura de costos. Ubicado en la IV Región, buscaba duplicar la producción de cobre en el mediano plazo, y superar el millón de toneladas anuales. Consideraba una inversión estimada, en forma preliminar, en US$ 10 mil millones.
Este año, los costos marginales -que incide en los que pagan las empresas por comprar energía- han superado en algunas ocasiones los US$ 250/MWh. En el año promedian US$ 190,5/MWh. A inicios de 2007 estaban en US$ 57,3/ MWh. Expertos comentaron que no se ve que esta situación se revierta en el corto plazo por la falta de entrada de nuevos proyectos de generación. Por eso, la oferta estará más estrecha en los próximos años.