Ante Everton, Mauricio Pinilla terminó de ganarse la aceptación de hasta sus más críticos. Luego de anotar un doblete, pocos cuestionan su capacidad técnica, ni menos su estado físico. Su edad (33) dejó de ser tema. En las últimas fechas, el delantero de San Miguel reafirmó que no vino a Chile a retirarse, sino a convertirse en la figura del último campeón del fútbol chileno. No llega aún a los números de Felipe Mora el semestre pasado, pero tiene contentos a sus valedores. Entre los que se encuentra Pizzi.
En el Nacional, el domingo pasado, el 9 volvió a abrazarse con sus compañeros. Tal como lo hizo ante O'Higgins, unas semanas antes. Ya se volvió una costumbre. Registra cinco goles en el Transición, y dos en Copa Chile, en ocho duelos oficiales vistiendo la camiseta estudiantil. Su arranque es el mejor registro de un delantero desde la llegada de Azul Azul al club, en 2007. Supera a Patricio Rubio (6), Gustavo Canales (3), Eduardo Vargas (2) y Felipe Mora (2).
En la agenda de Hoyos sólo suma anotaciones positivas. Le ha servido para resolver encuentros. Su aporte goleador, en parte, ha escondido el discreto juego que exhibe el campeón. Eso sí, no mejora la racha que enganchó Felipe Mora el semestre pasado cuando se arrancó la Gata: nueve goles consecutivos en ocho partidos. Es decir, en puridad no ha mejorado a quien llegó a suplir.
Pero en la U están contentos igual. En el cuerpo técnico destacan su aporte para el grupo al enfrentar momentos de tensión, como en la caída en el Superclásico. El 9 sacó la voz y les pidió a sus compañeros dar vuelta la página.
Los números de Pinilla no dejan de sorprender. Luego de cada encuentro, Hoyos recibe un detallado informe que entrega la empresa de estadísticas avanzadas Sico. En el mismo, según presume la U, Pinilla destaca por sobre sus compañeros. Ante Everton, por ejemplo, ganó siete cabezazos, remató tres veces al arco y metió cuatro pases en profundidad. Pinigol, en su desesperación por no recibir balones con ventaja, en muchas oportunidad baja para asociarse con el mediocampo e intentar habilitar a sus compañeros.
Ante O'Higgins, otro de los encuentros en que el atacante convirtió las únicas dos cifras de su equipo, sus números volvieron a justificar su retorno al club. Metió cinco pases en profundidad, remató ocho veces al arco y ganó seis cabezazos. Su partido más bajo lo registra ante Colo Colo, en la caída por 1-4, en el Monumental. Si bien convirtió el único descuento de la U, sólo metió un pase profundo, remató en una oportunidades, y se quedó con cuatro disputas aéreas.
Su buen momento lo tiene en la mira de Pizzi. El DT ha ordenado que tomen sus movimientos. Lo dejó encargado mientras realizaba la gira por Europa para reunirse con los referentes de la Roja. El seleccionador duda entre él y Paredes para completar la lista de seleccionados locales.