Los españoles romperían con el bipartidismo en las elecciones municipales y autonómicas de mañana domingo, con lo que abrirían una nueva era de pactos políticos que amenaza con erosionar la autoridad del presidente del Gobierno Mariano Rajoy, incluso aunque su partido logre la mayoría de los votos.

El Partido Popular (PP) de Rajoy y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se han alternado en el poder desde hace 40 año cuando terminó la dictadura de Francisco Franco, sin prácticamente tradición de gobierno de coalición.

Pero los sondeos pronostican que, ante la atracción de los votantes por nuevas formaciones, ningún partido logrará los sufragios suficientes para reclamar una mayoría absoluta en 12 de las 13 comunidades autónomas que irán a las urnas el domingo y en la mayoría de sus 8.000 pueblos y ciudades.

En muchos lugares tendrán que unirse al menos tres grupos políticos para formar gobierno. En el Ayuntamiento de Barcelona, el voto podría dividirse entre siete partidos.

La radical transformación que eso implicaría en los  gobiernos en España anticipa más incertidumbre en las elecciones generales previstas para noviembre. El sistema electoral favorece a los grandes partidos, produciendo históricamente gobiernos fuertes con mayorías sólidas.

Durante más de tres años, una mayoría absoluta parlamentaria permitió a Rajoy aprobar unas impopulares pero necesarias reformas para evitar un rescate internacional. El PP también controla ahora 10 de las 13 regiones que celebrarán votaciones.

Unas elecciones poco concluyentes, que exijan al PP formar coaliciones para permanecer en el poder o irse a la oposición en muchas autonomías, diluirían el mensaje de Rajoy de que cualquier dificultad pondrá en peligro la recuperación.

Los nuevos partidos que despuntarían por primera vez tienen una oportunidad histórica para hacer que los gobiernos españoles sean más responsables ante las personas que los eligen.

"Es la primera vez en décadas que hay una opción de cambio real. No sólo está en juego la alternancia de gobierno sino también la calidad de nuestra democracia", dijo Carolina Punset, que encabeza la candidatura en Valencia de Ciudadanos, uno de los nuevos partidos con más avance en las encuestas.

FRAGMENTACIÓN

Las encuestas sugieren que los centristas de Ciudadanos Y los izquierdistas de Podemos, que han lograron protagonismo político en el último año, confirmarán su popularidad entre los votantes descontentos, aunque no tendrán suficiente fuerza para apartar por completo a sus rivales más establecidos.

"Va a ser un panorama muy fragmentado y ni hay cultura de pactos ni la ley favorece las mayorías, así que no es de descartar que se tengan que repetir elecciones", dijo Narciso Michavila, responsable de la casa de encuestas GAD3.

El PP podría ganar en número de votos totales, pero aún así se arriesga a perder el poder o verse forzado a negociar coaliciones en distintas administraciones del país.

"El PP podrá decir que ha ganado las elecciones pero al fin y al cabo lo importante va a ser el día después: los pactos y el color de los gobiernos", dijo. "El PP va a sufrir castigo".

Algunos analistas predicen que las elecciones serán tan poco concluyentes en algunas localidades que tendrán que repetirse.

Un ejemplo de que estaría por venir es Andalucía, que eligió un nuevo parlamento en marzo pero no ha podido formar un gobierno porque ningún partido cuenta con mayoría absoluta.

El bipartidismo se ha afianzado en España durante décadas debido a un sistema electoral basado en distritos locales que envían a un número reducido de diputados al parlamento nacional a través de una regla proporcional.

Con pocos escaños en disputa en cada distrito, el umbral para ganar cualquiera de ellos es demasiado alto para los partidos pequeños. Pero esta vez los nuevos partidos serán lo suficientemente grandes como para lograr representación.

Podemos y Ciudadanos han prosperado desde el año pasado impulsados por la indignación pública contra la política tradicional en un país donde, a pesar de que Rajoy presume de recuperación económica, el desempleo sigue en el 24 por ciento.

Recientes casos de corrupción en los que están involucrados miembros del PP y del PSOE también han alejado a los votantes.

NUEVOS VOTANTES

De los más de 35 millones de españoles llamados a las urnas en las elecciones municipales y regionales, algo más de 386.000 serán jóvenes que votan por primera vez y que según los sondeos, pueden ser decisivos en el nuevo escenario político que vive España.

Sin embargo, si se consideran los jóvenes que lo hacen por primera vez en unos comicios municipales y regionales en España, son más de 1,5 millones los nuevos votantes, según informó la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, y el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, en una comparecencia ante los medios.

Las encuestas han destacado la importancia del voto joven en estos comicios, en los que se espera que partidos emergentes como Podemos y Ciudadanos logren la movilización de este colectivo en el que hasta ahora dominaba un cierto desinterés por la política.

Los últimos sondeos apuntan una gran movilización del voto joven, que podría hacer aumentar la participación electoral en cinco puntos respecto a los últimos comicios. 

Además, muchos de ellos entraron a participar en política al calor de los movimientos de protesta y de los nuevos partidos.

Según un reciente sondeo de Metroscopia, el 17, 1 por ciento de los jóvenes entre 18 y 34 años votará a Podemos, el partido emergente de izquierda que lidera Pablo Iglesias, frente al 12,5 por ciento que votará al centrista Ciudadanos, de Albert Rivera. Los partidos tradicionales sumarían menos votos entre este colectivo: un 13,3 por ciento el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, y 10,4 por ciento el Partido Popular (PP) del presidente del gobierno Mariano Rajoy.