El domingo 29 de diciembre de 2013 Michel Schumacher sufrió un grave accidente mientras esquiaba en los Alpes franceses. Estaba fuera de la zona limitada para esquiar, y golpeó su cabeza contra una roca. Inmediatamente después del accidente se informó de que estaba consciente, pero perdió el conocimiento al llegar al Hospital Universitario de Grenoble, en Francia.
Tras el accidente, su condición era tan crítica, que los doctores ni siquiera se atrevían a aventurar posibilidades de sobrevivencia. Su traumatismo encefalocraneano le generó un edema cerebral que lo llevó al quirófano en dos oportunidades. Para resguardar su frágil condición estuvo en un coma artificial (con medicamentos), por cerca de dos meses. Retirados los fármacos, el ex piloto permaneció en coma, estado del que recién salió ahora, seis meses después del accidente.
A través de un comunicado, se informó de que Schumacher da señales de reconocer a su esposa e hijo. Por lo mismo, fue dado de alta para ingresar a un centro de rehabilitación, el Centro Hospitalario Universitario del cantón de Vaud, en Suiza, a 20 km de su casa. "Significa que es capaz de respirar por sí mismo y de llevar a cabo sus funciones corporales", dijo el doctor Tipu Aziz, profesor de neurocirugía en el hospital John Radcliffe de la U. de Oxford.
Si bien la noticia es alentadora, según lo expertos, el que haya estado en coma por casi seis meses, no genera muchas esperanzas. Cuanto más tiempo un paciente permanezca en coma, menos son las probabilidades de recuperación, resume Pablo Reyes, neurólogo de Clínica Santa María. "El coma es un estado de transición, un paciente no puede estar para siempre en coma. Luego del coma se puede evolucionar a un estado de normalidad o pasar a un estado vegetativo", aclara. En su caso, se ha indicado que se comunica de algún modo con su familia. Ese antecedente, dice Andrés Reccius, neurólogo de la Clínica Alemana, indica que no está en estado vegetativo. "Eso puede significar que está en un estado de mínima conciencia, donde los pacientes logran una conexión por momentos y siguen con la mirada, emiten algún tipo de lenguaje, esbozan una sonrisa, pero no es más que eso".
Para considerar que existen condiciones favorables para una recuperación total, dice Reyes, el paciente debe dar señales de recuperación dentro de la primera semana. "Si pasa más de una semana las probabilidades de recuperación son menos del 10%. Todo depende de la severidad del traumatismo, lo que en su caso es evidente que fue grave porque fue operado en dos oportunidades y lo sometieron a un coma inducido para disminuir el metabolismo del cerebro y dar las condiciones para recuperarse". En su caso, aclara, las probabilidades de recuperación total serían menores a 5%.
Y si bien en su caso es complejo indicar posibles pronósticos, por la reserva de su condición, Felipe Otaiza neurocirujano de Clínica Las Condes, descarta las posibilidades de una recuperación total. "Sería muy excepcional. Puede quedar con secuelas parciales, considerando que recién a los seis meses logró salir del coma. Sin embargo, es importante dejar en claro que la recuperación neurológica es lenta. Incluso, después de dos años del accidente, se pueden dar signos de una recuperación". De todos modos, dice, por los pocos antecedentes que se tienen, se sabe que se trató de una lesión grave y que en esos casos la posibilidad de una recuperación completa es excepcional.