Eduardo Berizzo pidió silencio y sus jugadores, tan obedientes como en la cancha, acataron. Tomó la palabra y hasta Ricardo Abumohor, presidente del club, dejó de saltar y gritar como un loco. El técnico los miró a todos, tomó aire e inició un discurso que emocionó a cada uno de los presentes en el camarín del O'Higgins campeón.
Después de los agradecimientos de rigor, el argentino se remontó al 2 de julio de 2012. Ese día, el cuadro celeste disputó la final del Apertura ante Universidad de Chile. Y de no ser por un gol de Guillermo Marino en los descuentos, que obligó a ir a los penales, la vuelta olímpica del martes se habría adelantado 18 meses.
Esa final perdida dolió (y mucho) en el cuadro de la Sexta Región. Berizzo lo recordó después del 1-0 sobre Universidad Católica que valió el título. "Los verdaderos hombres nacen en situaciones adversas y ustedes lo consiguieron. El año pasado perdimos increíblemente una final contra la 'U' y hoy son campeones. Esto es para ustedes", les dijo Berizzo al plantel en el camarín uno del Estadio Nacional.
En efecto, del plantel de este torneo aún permanecen en O'Higgins Yerson Opazo, Julio Barroso, Claudio Meneses, Luis Pedro Figueroa, César Fuentes, Alejandro López y Roberto González.
Las palabras del "Toto" en la noche del martes no eran casuales. El ex defensa estaba profundamente emocionado por el triunfo sobre los precordilleranos. Tanto así, que en pleno discurso, el DT lloró, como nunca lo había hecho desde que está en O'Higgins.
"El 'profe' es un hombre fuerte, en las buenas y en las malas. Por lo mismo, nos llamó la atención lo emocionado que estaba en el vestuario. Lo más emotivo fue cuando comenzó a llorar. Sus lágrimas contagiaron a parte de mis compañeros, que también comenzaron a llorar", revela un jugador.
"A veces no importa cómo juegas, sino las ganas y el esfuerzo que colocas en la cancha. Y ustedes hoy (martes) pusieron unos huevos increíbles. Se merecen todo lo que están viviendo, porque son grandes profesionales y mejores personas; sin duda, las mejores que he conocido en esta profesión", fue otra de las frases que les formuló el DT.
"El fluye, de repente habla cosas que salen del corazón. Su familia también vive a full el fútbol", comenta escuetamente Yerson Opazo.
En el camarín, Berizzo estaba acompañado por su familia: su señora, Valeria, y por sus tres hijos. Valeria sólo atinó a agradecerle al plantel la alegría que le concedieron a su esposo.
El festejo en Rancagua
Pasadas las 00.30 del miércoles, el bus de O'Higgins llegó hasta la plaza Los Héroes de Rancagua, donde más de 20 mil hinchas esperaban al equipo campeón.
Y pese a que en el lugar había un escenario se decidió, por seguridad, que los futbolistas sólo saludaran a los fanáticos desde los balcones de la Municipalidad.
Los futbolistas estaban invitados esa noche a las parrilladas Tomacho, pero declinaron asistir. Sí lo hicieron ayer al club de campo Los Lirios, donde se celebró oficialmente el título.