El máximo jefe de la Cosa Nostra, la mafia siciliana, Bernardo Provenzano, detenido en 2006 tras 42 años prófugo, se encuentra en estado de coma profundo y respira mediante ventilación asistida, después de ser operado de un hematoma en la cabeza tras caerse en su celda.
Los medios de comunicación informan hoy del estado de salud de uno de los más despiadados mafiosos de la historia, para quien su abogada, Rosalba Di Gregorio, ha solicitado que se le deje de aplicar el régimen 41 bis, conocido como de "cárcel dura", que impide cualquier contacto con el exterior.
Provenzano ingresó hace unos días en un hospital de Parma (norte) tras sufrir una caída en su celda, y ayer fue operado de urgencia para eliminar un hematoma cerebral, pero el capo no se despertó tras la intervención y está en coma profundo.
Los médicos del hospital, según informa la prensa italiana, son escépticos sobre la posibilidad de que Provenzano, de 79 años, puede despertarse.
Conocido como "Zio Binu" (Tío Bernardo) o "U tratturi" (el Tractor, por su fuerza y determinación para disparar, Provenzano se convirtió en el "jefe de jefes" de Cosa Nostra tras el arresto de Toto Riina.
En los 42 años que permaneció prófugo de la Justicia gestionó toda la actividad de la mafia Cosa Nostra y ordenó centenares de asesinatos.
El capo fue arrestado en abril de 2006 en Corleone (Sicilia) en una pequeña casa en medio del campo, donde vivía en total pobreza y situada a pocos kilómetros de la vivienda donde reside su familia.
Provenzano ha sido llamado a declarar en varios juicios en los que se intenta esclarecer la actividad mafiosa durante los años 90, pero siempre se ha negado a colaborar.