Manuel Pellegrini vive un nuevo momento de éxito en su carrera como entrenador, gracias a la notable campaña que está realizando con el Málaga en la Liga de Campeones y el torneo español. Campañas donde su equipo despliega un estilo de toque y elaboración de las jugadas. Así ve el juego el DT, con características muy distintas a las que tuvo como jugador.
Lo que también es un ejemplo de la perseverancia que tuvo en esa época, en la que asumió sus carencias y las trabajó. Así lo recuerdan quienes compartieron la cancha y el camarín con el ingeniero, y que entregan a La Tercera antecedentes de ese lado más desconocido del ahora técnico.
Pellegrini está entre los jugadores con más partidos en Primera por Universidad de Chile, su único club, con 315 compromisos entre 1973 y 1986 (sólo en 1984 no sumó minutos). Anotó siete goles (incluso a Colo Colo) y fue expulsado siete veces. Sus ex compañeros concuerdan en que en la cancha era limitado, pero valoran que Pellegrini lo asumía y que por lo mismo se esforzaba aún más. Y además, había que considerar que a la par estudiaba ingeniería en la Universidad Católica.
Héctor Hoffens, quien incluso fue dirigido después por Pellegrini, recuerda a La Tercera que "Manuel era esforzado, el sabía que no era bueno técnicamente y por eso se quedaba todos los días una hora después del entrenamiento para practicar y mejorar. Por ejemplo, le dedicaba mucho tiempo a los cabezazos y a pegarle con la pierna izquierda".
Jorge Socías explica que "varios nos quedábamos entrenando después, pero a Manuel se le metió en la cabeza que tenía que pegarle con la izquierda, aunque tampoco le pegaba muy bien con la derecha. Y trabajó tanto en eso que después terminó siendo zurdo. Y si ahora juega o le pega a la pelota lo hace con la pierna izquierda. Era muy esforzado y trabajador".
El "Lulo" agrega otro recuerdo. "Siempre andaba al filo con los horarios, llegaba corriendo a los entrenamientos, debido a que estudiaba en la universidad. Llegaba justo a las prácticas en su Fiat 600".
Además, Socías expresa que "se notaba que Manuel era de un nivel socioeconómico distinto al de la mayoría de nosotros, pero en el camarín no había diferencias".
Sandrino Castec comparte la evaluación técnica respecto de Pellegrini al igual que la valoración de su esfuerzo y dedicación para mejorar. "Y también nos aconsejaba mucho, por ejemplo respecto de los estudios. Fue muy importante para nosotros. Y hace poco, en una cena en las que nos juntamos un grupo de esa época nos dijo que también habíamos sido importantes para él, que éramos como sus hermanos".
Por eso, comenta que "después de los partidos compartía. A veces nos íbamos a tomar un refresco u otra cosa y el estaba con nosotros".
Castec, además, cuenta un par de anécdotas. "Nosotros lo molestábamos por la forma que tenía su pie derecho, era como una empanada, pero el se defendía diciendo que por eso le pegaba mal a la pelota".
Y el ex delantero agrega que "el era muy esforzado, estudiaba y me parece que ya había formado una empresa mientras estaba en Universidad de Chile. Así que siempre llegaba de terno al camarín, en el que se sentaba al lado de Michel Atanasovichi, que andaba con gorro y calcetas chilotas. Entonces era muy divertida la imagen".