Tuvo una noche brillante y fue el alma del equipo. Arturo Vidal replicó con la camiseta de la selección su condición de figura de Juventus, y mostró el nivel de juego que todos esperaban y que exhibe semana a semana en Europa.
Sin embargo, el camino que debió transitar para llegar a ser el referente de la "Roja" en el campo de juego fue más largo de lo esperado. Pese a que su calidad es reconocida en el Viejo Continente desde su llegada al Bayer Leverkusen en el 2007, en cada fecha eliminatoria se instalaba la duda de cómo iba a actuar el "Rey Arturo" defendiendo a Chile.
El oriundo de San Joaquín inició sus periplos con la selección adulta cuando el capitán del barco era Marcelo Bielsa. Sus actuaciones en Colo Colo y, principalmente, su rol protagónico en la campaña de la Sub 20 del 2007 que consiguió el tercer puesto en el Mundial de Canada le valieron ganarse un espacio en las convocatorias del "Loco".
Su consolidación en el fútbol europeo con la camiseta del Bayer Leverkusen era solo una cara de la moneda, pues, finalmente, el proceso bajo el mando del rosarino no fue el mejor para Vidal. De hecho, no encontró nunca su posición en el esquema e incluso alguna vez llegó a ser alineado como volante por izquierda.
No fue lo único. El ex cacique fue excluído de la nómina para los partidos contra Bolivia y Venezuela en el camino a Sudáfrica. Con respecto al porqué de su marginación, Bielsa señaló: "En la posición en que él se demepeña opté por otros jugadores. Mi posición es elegir y los que designé son quienes creo están mejor. No pesaron sus declaraciones".
¿Qué declaraciones? Vidal optó previamente por desechar la opción de viajar junto al combinado sub 23 al torneo de Esperanzas de Toulon, y al enfrentar los rumores de que podría costarle la nominación para la próxima fecha clasificatoria, el volante apuntó: "No es falta de compromiso con la Selección. Si él (Bielsa) no me llama es problema de él. Me tendrá que explicar por qué no me llamó". Las declaraciones no habrían caído del todo bien en Juan Pinto Durán...
Finalmente, terminó de acomodarse y su recompensa fue la participación en el Mundial sudafricano. Así y todo, muchos esperaban la explosión definitiva de "Celia Punk" en el proceso guiado por Claudio Borghi. Ambos se conocían de las exitosas campañas de Colo Colo 2006, donde tanto técnico como el central, devenido en volante, lograron brillar.
Vidal fue uno de los jugadores que más respaldó mostró al "Bichi" en la banca de la selección cuando las críticas arreciaban. El problema era que sus declaraciones no se condecían con lo que pasaba dentro y fuera del terreno de juego. La peor versión del volante de la "Vecchia Signora" apareció en ese tiempo, protagonizando el "Bautizazo", permaneciendo suspendido por largo tiempo y en los últimos juegos fue expulsado ante Ecuador y Serbia.
"Celia" ya era figura en el Calcio, pero cuando vestía la camiseta de la "Roja" era otro jugador. Su caso en particular fue la prueba fehaciente de que la era Borghi no daba para más.
La deuda de "Rey Arturo" con la selección era alta, pero cuando ya casi no quedaba margen para seguir tropezando en el camino a Brasil 2014, apareció el jugador que fue el mejor de la temporada 2012/13 de Juventus, el que tiene Italia rendida a sus pies y el que seduce a los grandes equipos de Europa. Ante Paraguay, con una "Roja" que volvió a esperanzarse, y bajo la dirección de Jorge Sampaoli, apareció Arturo Vidal en su mejor versión.