El líder supremo de Irán, el ayatola Ali Jamenei, admitió hoy las diferencias entre las autoridades iraníes pero instó al pueblo "a mantener la unidad ante los enemigos extranjeros".
Según la agencia local Mehr, Jamenei hizo esta declaración hoy lunes durante un acto para conmemorar el aniversario del nacimiento de Ali, el yerno de profeta Mahoma y el primer imán de los chiítas.
"Los enemigos comenzaron a trabajar para crear brecha entre el pueblo y lo consiguieron hasta cierto punto, pero el pueblo debe neutralizar esta conspiración", advirtió Jamenei durante el acto celebrado en el hoseiynie (mezquita chiita) del "Imam Jomeini" de Teherán ante un grupo de las familiares de los mártires y los Basij (milicia islámica) de diferentes ciudades iraníes reunidos en Teherán.
El ayatola Ali Jamenei dijo además que las competencias electorales son "un asunto interno que como las disputas entre los miembros de una misma familia puede llegar a enfados", pero añadió que, "sin embargo, se trata de un tema interno de una sola familia y los extranjeros no tienen que meterse en este asunto".
"Si las autoridades de la Republica Islámica tienen algún desacuerdo entre ellas aún están de acuerdo en cuanto a enfrentarse a los enemigos para mantener la independencia del país", agregó el "numero uno" del régimen de Teherán.
El alto clérigo iraní dijo que en los resultados de las elecciones siempre hay una minoría frente a una mayoría y añadió que "es normal que la minoría se desanime y se enfade cuando no consigue la victoria".
El líder iraní, cabeza visible de los conservadores de Irán, se refería de esta forma a las masivas manifestaciones en todo el país surgidas tras el anuncio del resultado de las presidenciales del pasado 12 de junio, cuando el ministerio de Interior presentó como ganador al actual presidente iraní, el ultra conservador Mahmud Ahmadineyad, en unos comicios que el candidato pro reformas y líder de la oposición Mir Hosein Musavi ha calificado de "fraudulentos".
Las manifestaciones, calificadas por las autoridades iraníes de "disturbios", fueron oprimidas de forma brutal por la policía y las fuerzas de los Basij, que según las cifras estatales dejaron al menos 20 muertos y 600 heridos.
Las autoridades iraníes, que prohibieron a los periodistas cualquier actividad en la calle, también han detenido, según la policía iraní, a más de mil personas. Los detenidos son en su mayoría jóvenes manifestantes, así como intelectuales y periodistas de los medios nacionales y extranjeros.
En sus declaraciones, Jamenei también acusó a los medios de comunicación estadounidense y europeos que, según el clérigo iraní "están dominados por los sionistas", de haber calificado de "rebelde" a esta "minoría que ha fracaso en las elecciones".
"Estos gobiernos deben tener cuidado con sus actos y con sus palabras, ya que el pueblo iraní va a reaccionar contra ellos", afirmó Jamenei al advertir que "estudiaremos estos comportamientos intervencionistas que con toda seguridad afectarán el futuro de las relaciones de la Republica Islámica de Irán con ellos".
Jamenei dijo, además, que "algunos líderes europeos a nivel de presidente, el primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores intervinieron de forma clara en asuntos internos de Irán que no tenía nada que ver con ellos y luego afirmaron que no se meten en los asuntos de Irán mientras que animaron al pueblo y los disturbios y presentaron al pueblo iraní como rebelde".
Asimismo, Jamenei subrayó la necesidad de distinguir entre los amigos y los enemigos, y dijo que no hay que tomar por amigos a los enemigos y tener por enemigos a los amigos.
"Los occidentales creen que al defender una corriente o a una persona pueden hacer que esta persona y esta corriente se inclinen hacia ellos", dijo Jamenei en alusión a Mir Hussein Musavi. Añadió que no hay que tener como enemiga a una persona que ha cometido un error.
Estas declaraciones de Jamenei son menos agresivas que las que pronuncio el pasado 26 de junio durante el sermón de viernes de Teherán, en las que dio un ultimátum para el fin de las manifestaciones y dijo que en caso de un baño de sangre es culpable el que saca la gente a la calle (Mir Hussein Musavi).
Jamenei dio por cerrados los acontecimientos en Irán a los que calificó de "conspiraciones" y dijo que ahora que ha bajado el polvo solo se ha quedado en pie la épica de la participación masiva de la gente en las elecciones.
Las palabras de Jamenei llegan después de que el pueblo optara desde hace días por gritos nocturnos de "Alah u Akbar" (Dios es grande) y "muerte al dictador" en los tejados a cambio de las manifestaciones de protesta en las calles, tomadas actualmente por la policía.
Está prevista, sin embargo, una manifestación para el próximo jueves en conmemoración de la masiva protesta estudiantil del día 18 de tir (el 9 de julio de 1999), también reprimida de forma brutal por la policía.