Cuatro personas con cascos espaciales y mochilas de forma cuadrada salen de una estructura circular parecida a un tanque de agua y caminan sobre un paisaje árido y enrojecido.
Uno sube una colina para hacer mediciones de campos magnéticos con un aparato rectangular. Otro empuja una carretilla cargada de sensores. Se trata de un grupo de universitarios belgas en su día de simulación "en Marte".
Están cerca del lejano pueblo de Hanksville, un rocoso rincón de Utah que se parece tanto a la superficie del planeta rojo que se ha convertido en un imán para científicos e ingenieros para organizar expediciones imaginarias a Marte. Hace más de una década que acuden, y esperan que algún día, su investigación ayude a poner seres humanos sobre el planeta rojo.
Este y otros lugares que permiten a equipos de personas imitar misiones interplanetarias ayudan a avivar la conversación sobre Marte hasta un nivel de popularidad histórico, conforme avances en ciencia e ingeniería persuaden a los aficionados al espacio de que el viaje de 140 millones de millas es una posibilidad realista para este siglo.
El centro de investigación está gestionado por la organización sin ánimo de lucro Mars Society, un grupo activista que cree que llevar humanos a Marte sería el gran reto de nuestro tiempo. El grupo no está afiliado con la NASA o el gobierno federal de Estados Unidos.
"Lo que hacemos en Marte es comenzar la carrera de la humanidad como una especie que viaja en el espacio, una especie multiplanetaria, afirmó Robert Zubrin, director de Mars Society. Esto trata de extender el alcance humano de un mundo a muchos mundos".
El 5 de mayo se celebra la tercera Cumbre Humanos a Marte, un encuentro anual con unos 800 asistentes en Washington D.C. y previsiones de alcanzar el cuarto de millón en las emisiones a través de internet, explica Chris Carberry, director ejecutivo que la organización que convoca el encuentro, Explore Mars Inc.
"Nunca ha habido tanto apoyo para enviar humanos a Marte", dijo Carberry, que recuerda a personal del Congreso haciendo gestos de desinterés cuando presentó la idea a finales de la década de 1990 en su trabajo con la Mars Society.
El administrador de la NASA Charles Bolden dijo hace poco en una audiencia ante el Congreso que el plan de la agencia es tener gente en Marte en la década de 2030.
Los otros intentos
Varias empresas privadas aspiran a adelantar a la NASA. La compañía del magnate Elon Musk, SpaceX, tiene previsto presentar este año planes conceptuales de colonización en Marte. También la firma de Richard Branson, Virgin Galactic, ha hablado sobre un viaje a Marte.
Más de 900 personas han participado en misiones simuladas desde la apertura del centro de Utah en 2002. Los visitantes proceden de todo el mundo, y uno de cada 5 trabaja para la NASA, cuenta Zubrin.
Greg Williams trabaja para el Directorado de Misiones y Exploración Humana de la NASA. En su opinión, el centro de Utah ofrece un ensayo útil, pero sobre todo fomenta la educación y la concienciación del público.
"Eso ha sido muy importante, mantener la conversación abierta", explica Williams. "Subrayar no sólo los desafíos de llegar a Marte y estar en Marte, sino también lo que estamos logrando para conseguir que eso ocurra".