Las alarmas las encendieron el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) y su directora gerente, Christine Lagarde, hace unos días. Durante la conferencia de prensa al comienzo de su reunión semianual, el organismo mostró su preocupación sobre el bajo crecimiento de la economía mundial y señaló que los países ricos, como Alemania, necesitaban incrementar sus inversiones públicas para ayudar a llevar la alicaída economía global hacia el camino del crecimiento.
Para el FMI, Alemania -que recientemente superó a China como el país con mayores balanzas comerciales positivas del mundo- no está haciendo lo suficiente para estimular el crecimiento en Europa. La alerta vino cuando ese país anunció que las órdenes para los productos industriales en agosto pasado tuvieron su mayor reducción desde 2009.
Los principales economistas del Fondo destacaron un cambio en la economía global, en el que muchas de las principales naciones están fracasando en seguir el ritmo de la relativamente modesta recuperación de Estados Unidos. En esa misma línea, en el marco de una entrevista divulgada el 2 de octubre pasado, Lagarde dijo que el crecimiento global corría el riesgo de quedarse estancado por mucho tiempo. "Si no se hace nada de una forma agresiva, existe el riesgo de una nueva mediocridad" en el nivel de aceleración para la economía global, señaló.
Según el diario The New York Times, las advertencias en las proyecciones del FMI y el reporte de Alemania han contribuido a la reciente caída de los mercados. El organismo redujo su proyección de crecimiento global para este año a 3,3%, desde un 3,7%, y también las redujo para 2015 a un 3,8%. El FMI apuntó que el principal responsable de esta amplia reducción es la débil expansión en China, Europa, Japón y América Latina, especialmente Brasil. En el caso de Alemania, las proyecciones para este año fueron reducidas a 1,4%, desde un 1,9%. Por otro lado, la estimación para las proyecciones de crecimiento en 2015 para Estados Unidos es de 3,1%, sobrepasando a los mayores países industrializados y superando a un gran número de mercados emergentes, que en teoría deben tener una mayor aceleración.
Según el diario The Wall Street Journal, existe una gran preocupación de que un "crecimiento mediocre" signifique que Estados Unidos no es inmune a los riesgos de la recesión fuera de sus fronteras o de otros impactos económicos. Estos impactos son los riesgos de recesión en Europa, Brasil y quizás Japón, señala el diario. Las perspectivas de un menor crecimiento global han llevado a una menor demanda por commodities y a refugiarse en el dólar, lo que ha provocado la caída en el precio del petróleo.
A similares conclusiones llegaron ayer los líderes que asistieron a la Cumbre Asia-Europa (Asem) -entre los que estaban la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el Presidente ruso, Vladimir Putin, entre otros-, cuyo borrador fue conocido por el diario The Wall Street Journal. "Los líderes notaron un fortalecimiento gradual, pero desigual en el panorama económico global", señaló el texto. "En Europa, el progreso constante en la implementación de políticas económicas sólidas y reformas estructurales sigue siendo crucial para un fuerte crecimiento en el mediano plazo", añadió. El Presidente François Hollande sostuvo ayer que Europa se encuentra atrapada en un estancamiento económico. Mientras que el primer ministro italiano, Matteo Renzi, advirtió que la crisis podría regresar "dramáticamente" si la región no hace frente a desafíos de crecimiento.
En tanto, el Foro Económico Mundial señaló en su reporte que muchos países no están haciendo las reformas estructurales tan rápido como pueden, entre los que destacan justamente países como Francia e Italia. Por otro lado, señaló que Grecia y Portugal están haciendo las cosas bien, porque realizaron reformas sociales que otros países dilatan.