Opportunity siempre tuvo mejor suerte que su gemelo, el rover Spirit. Ambos fueron lanzados hacia Marte con 27 días de diferencia -en junio y julio de 2003- y llegaron al planeta en enero de 2004. Pero mientras Spirit tuvo que entrar en modo seguro (no funcionó en su total capacidad), por una falla de la memoria flash a las primeras semanas de llegar, Opportunity detectó elementos relacionados con minerales formados en presencia de agua, en sus primeras exploraciones.
Con el tiempo, la misión que duraría tres meses se extendió, y si bien ambos rovers sufrieron por una tormenta de polvo y algunos desperfectos mecánicos, obtuvieron más pistas sobre el pasado del agua en Marte. Eso, hasta que Spirit -que ya conducía en reversa por la falla de una rueda- quedó atrapado en una roca, en 2009. Pese a los esfuerzos por rescatarlo, envió su última señal a la Tierra en marzo de 2010, y en mayo de 2011 la Nasa canceló definitivamente la misión.
Opportunity, sin embargo, continuó recorriendo el planeta. En 2005 superó un atasco de 38 días que casi termina con la misión y en 2011 encontró más pruebas de que alguna vez hubo agua líquida en el planeta, con el descubrimiento de la roca Homestake, de yeso puro, señal de que el agua fluyó alguna vez por grietas a través de las rocas.
Este año, con un brazo que se niega a plegar, una rueda funcionando mal y una falla en el calefactor que lo obliga a apagarse de noche, cumplió una década en Marte. Es el rover que más ha permanecido operativo fuera de la Tierra y este domingo también se transformó en el explorador que más kilómetros ha recorrido en otro mundo. La Nasa anunció el lunes que el rover ha conducido 40 kilómetros sobre suelo marciano, un kilómetro más que Lunokhod 2, el explorador soviético que en 1973 condujo 39 kilómetros en la Luna, en menos de cinco meses.
"Esto es muy notable, teniendo en cuenta que Opportunity estaba destinado a conducir un kilómetro y nunca fue diseñado para esa distancia. Pero lo realmente importante no es la cantidad de millas que el rover ha acumulado, sino cuántos descubrimientos hemos logrado en esa distancia", indicó John Callas, director del proyecto de rovers exploradores de la Nasa, en un comunicado.
"Las misiones Lunokhod aún permanecen como dos firmas de logros de la primera edad de oro de la exploración planetaria, la década de los 60 y 70", dice Steve Squyres, académico de la U. de Cornell (EE.UU.) e investigador principal de la misión en Marte. "Estamos en una segunda edad de oro, y lo que hemos tratado de hacer en Marte con Spirit y Opportunity ha sido muy inspirado por los logros del equipo Lunokhod en la Luna, hace tantos años. Ha sido un verdadero honor seguir sus históricas huellas", agrega.
Squyres cuenta a La Tercera que dos espectrómetros del Opportunity ya no funcionan; uno, debido a que tienen que apagar el calefactor en la noche para ahorrar energía, y el otro, porque como la misión se ha extendido tanto, se agotó la fuente de radiación que lo abastecía. Su cámara panorámica, microscopio, un espectrómetro de rayos X y las herramientas para tomar muestras de roca "están todas saludables y funcionales".
La nueva misión del explorador ahora es continuar hacia el sur, hasta una zona llamada Marathon Valley, "donde los datos orbitales indican que varios de los diferentes minerales de arcilla se exponen en rocas muy antiguas", añade Squyres. Allí podría haber pruebas de que el agua fue menos ácida en el valle.
"No tenemos idea de cuánto más funcionará Opportunity, sólo esperamos que sea tanto como sea posible", dice Squyres sobre el rover, que ya se instaló como una de las misiones más exitosas de la Nasa y que, junto a Spirit, allanó el camino para al Curiosity, que explora el planeta para saber si alguna vez hubo vida en Marte.