La historia de Jean Beausejour ha sido contada cientos de veces. Que es fruto de una mezcla de sangre haitiana y mapuche (su segundo apellido es Coliqueo), que sus abuelos de Estación Central son piedra angular de su vida y que la primera camiseta que vistió fue de la de la U, club que lo desechó siendo muy niño, por lo que terminó su formación como jugador en Universidad Católica.

El viernes, sin embargo, el extremo izquierdo de la Roja escribió, quizás, su capítulo más importante como futbolista. El gol que le marco a Australia, el tercero de Chile, puso su nombre en páginas deportivas de todo el planeta. De hecho, el sitio oficial de la FIFA elaboró un artículo sobre cómo se convirtió en el primer chileno que anota en dos Copas del Mundo consecutivas.

"Me siento muy afortunado. Después del gol uno no piensa en esas cosas. Son más bien asuntos que ustedes (la prensa) ven. La emoción llega simplemente porque anotaste por tu Selección en un Mundial. Seguramente con la retroespectiva y el paso del tiempo, la daré el valor que merece", explicó luego del partido en Cuiabá.

Escuchar a "Bose" llama la atención. Sus expresiones salen del común de los futbolistas. Y es que el zurdo también se sale un poco del molde de un jugador común y corriente. Por ejemplo, es cliente habitual de librerías, algo que hace por iniciativa propia. Hace poco, de hecho, estuvo en la tienda Qué Leo de avenida Pedro de Valdivia. Llegó ahí preocupado por la lectura que llevaría a la concentración del combinado nacional en Belo Horizonte.

Y sus elecciones hablan, por cierto, de sus inclinaciones. Según publicó la revista Qué Pasa, Jean adquirió dos libros. "Sólo por ser Indios" (Pedro Cayuqueo) y "10 K, la década robada" (Jorge Lanata, argentino). Porque a Beausejour le gusta estar al tanto de la actualidad y, especialmente, de los temas que se relacionan con su ascendencia mapuche.

Nunca ha ocultado su apoyo a las demandas de los pueblos originarios en Chile, especialmente a las que atañen a su vínculo de sangre. "Me duele ver a gente de mi Pueblo que está sufriendo", fue una de las frases que lanzó en 2010, antes de partir al Mundial de Sudáfrica, donde anotó el único gol con que Chile derrotó a Honduras en su estreno mundialista.

"Para mis hijos"

Con su conquista ante los oceánicos, Beausejour seguramente tendrá un espacio seguro en las páginas de los historiadores del fútbol local. Una revancha para el jugador del Wigan de Inglaterra en la selección chilena, luego de dos situaciones de indisciplina que le costaron una suspensión interna y su alejamiento temporal de la Roja.

Primero el episodio del Tavelli, con Jorge Valdivia, previo al debut de Chile en las últimas Eliminatorias, ante Argentina. Y, después, el "Bautizazo", donde el entonces DT, Claudio Borghi, lo acusó a él y sus compañeros de llegar tarde a una concentración, en estado "no adecuado".

Fue Beausejour quien tomó la palabra en una conferencia y respondió a las acusaciones. No pudo evitar una sanción de 10 partidos fuera de la Selección, junto con Vidal, Valdivia, Jara y Carmona.

Esos temas, hoy, quedaron atrás. El zurdo les dedicó el gol histórico a los suyos. "Sentí mucha emoción, por mí, por mis niños, por los que están en Chile", expresó Beausejour, quien en el futuro, posiblemente, les leerá libros a sus nietos, para explicarles lo que hizo su abuelo en Brasil 2014.