La sorpresa saltó antes del inicio de la nueva temporada de la NBA (comienza mañana) con el traspaso del escolta James Harden, de los Thunder de Oklahoma City, ganador del premio de Sexto Jugador de la pasada liga, a los Rockets de Houston, en una operación en la que han sido incluidos seis profesionales.

El traspaso incluye también a los jugadores Kevin Martin y Jeremy Lamb, que los Rockets han dado a los Thunder a cambio de Harden, además de dos derechos de primera ronda de selección en el sorteo universitario y otro de la segunda.

La salida de Harden de los Thunder rompe el núcleo de jugadores jóvenes que tiene el equipo de Oklahoma City y con el que ya habían logrado ser campeones de la Conferencia Oeste la pasada temporada y llegar a sus primeras Finales de la NBA, que perdieron (4-1) ante los Heat de Miami.

Los Thunder también enviaron al pívot Cole Aldrich y los aleros Daequan Cook y Lazar Hayward a los Rockets, que todavía no han confirmado de manera oficial el traspaso hasta que la NBA no lo apruebe, algo que sucederá en las próximas horas y que será sólo un tramite burocrático.

El contrato será por cuatro años y con un máximo de 60 millones de dólares, los que no quisieron darle los Thunder, que le ofrecieron 55,5.

Ahí fue donde estuvo el desacuerdo entre Harden y los Thunder, que al final decidieron el traspaso porque la oferta de los Rockets les pareció interesante tanto en el apartado deportivo como económico.

El gerente general de los Thunder, Sam Presti, admitió que la intención del equipo siempre fue la de renovarle el contrato a Harden, pero al final surgió la oferta de los Rockets y consideraron que era algo positivo para todos.

"Deseábamos firmar una extensión de contrato a Harden, pero al final, todas las ofertas que teníamos encima de la mesa hizo que la situación más favorable fuese la del traspaso", explicó Presti. "No fuimos capaces de alcanzar un contrato de mutuo acuerdo y decidimos el traspaso".

De esta forma, los Rockets incorporan a otro joven talento en su plantilla para que se una al base Jeremy Lin y al pívot turco Omer Asik, sus grandes fichajes durante el pasado verano, de cara a reconstruir de nuevo a la franquicia.

Harden la pasada temporada consiguió promedios de 16,8 puntos, 4,1 rebotes, 3,7 asistencias y 21,13 minutos por partido en los 62 que disputó y que le permitieron ser considerado el mejor Sexto Jugador de la NBA y clave en los triunfos de los Thunder y la llegada a sus primeras Finales por el título de liga.