Un mercado negro en que por $ 70 mil se puede acceder a fármacos para interrumpir el embarazo es la realidad que se esconde tras el caso de una joven que abortó el martes pasado utilizando el medicamento Misotrol.

La adolescente fue denunciada por un médico del Hospital Luis Tisné, lo que fue rechazado por organizaciones que defienden los derechos de la mujer.

Según la Fiscalía Oriente, luego de la presentación ante Carabineros, la policía llegó hasta el domicilio de la menor, donde se encontró en el jardín una bolsa con ropa interior y placenta. En tanto, la paciente fue atendida por tener una hemorragia, luego de lo cual el miércoles pasado fue dada de alta. La fiscalía abrió una investigación por el delito de aborto, con lo que se busca determinar cómo la mujer adquirió el producto que le provocó la afección.

Leslie Nicholls, investigadora del Centro de Estudios Sociales de la Universidad Central, señala que a la afectada se le brindará ayuda jurídica y psicológica para enfrentar la investigación de la fiscalía: "Es una persona con una situación social compleja, con una familia disfuncional, como ocurre en estos casos". Añade que la adolescente fue dada de alta y está en recuperación. Padecería de depresión por lo sucedido.

La policía indaga si la menor consumió Misotrol, fármaco que se puede comprar en el mercado negro, a través de sitios web disponibles para cualquier persona. A través de ellos, se puede contactar a un "vendedor", con el que el interesado se puede reunir -habitualmente en una estación de Metro-, para efectuar la transacción. Pese a este hecho, no existe un registro de detenidos  por estas ventas ilícitas.

Este medicamento -que se utiliza para el tratamiento de úlceras y para ayudar a acelerar ciertos procesos en los partos- no se expende en el comercio formal.

El precio por una caja de este producto va entre $ 50 mil y $ 70 mil.

Según Carabineros, durante 2012 y 2013 se detectaron al menos 20 casos de venta ilegal de fármacos abortivos, la mayoría de los cuales eran comercializados a través de internet.

En el Minsal explican que hoy existen mecanismos para que las mujeres puedan enfrentar un embarazo no deseado: en los servicios se puede acceder a la "píldora del día después", o bien, a métodos tradicionales, como anticonceptivos o profilácticos, los que cualquier paciente puede solicitar, previa consejería con el personal de salud. Nicholls señala que "el problema es que no existe educación sexual en los colegios, por lo que muchas jóvenes, especialmente vul nerables, buscan otras vías".

Casos

Ramiro Molina, académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, afirma que "los abortos sépticos, es decir, infectados, casi han desaparecido. En los 80 comenzaron a desaparecer de las maternidades las camas para el tratamiento séptico del aborto y esto no es porque se haya terminado con el aborto voluntario, sino porque se introduce en toda Latinoamérica el Misotrol. Lo que ocurrió en toda la región fue que bajaron estos abortos".

El experto sostiene que la ausencia de una norma especial para estos casos lleva a "muchos abortos de mujeres, porque no tienen derecho a un aborto ante violaciones; cuando hay un niño con malformación congénita o genética grave o incluso una mujer con enfermedad grave y no sabe cómo resolver el problema".

El senador Guido Girardi (PPD), presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Alta, agrega que existen proyectos de ley para permitir el aborto en caso de riesgo de vida de la madre, de malformaciones del feto o bien de violación: "En Chile debe existir el derecho de la mujer de decidir sobre esta materia".

El Ejecutivo aún estudia el envío de un proyecto de ley para abordar el aborto. La autoridad reconoce el problema. "El aborto es una realidad que ocurre de manera clandestina, que deja a merced del bolsillo, de la capacidad económica de las familias, cómo resolver", dijo la ministra del Sernam, Claudia Pascual, a Cooperativa. La secretaria de Estado anunció que se trabaja en una ley de derechos sexuales y reproductivos.