Cuando Mario Vargas Llosa (80) y su prima Patricia Llosa se casaron en 1965, lo hicieron sin separación de bienes. Para la fecha, el Nobel había publicado una novela, su patrimonio era prácticamente nulo y por lo tanto, no había mucho más que compartir a parte del sueño de una vida en común. En 2015, pocos días después de celebrar 50 años de casados en Nueva York junto a sus tres hijos, se destapó el romance que Vargas Llosa mantenía con Isabel Preysler, y entonces se comenzó a especular acerca de cómo los primos dividirían el enorme patrimonio que habían construido durante medio siglo de casados.

Lujosos inmuebles en Madrid, París, Lima y Nueva York, la propiedad intelectual de las obras del Nobel y una biblioteca con más de 30.000 libros son las piezas más valiosas de la ex pareja, que se disputaron durante más de seis meses en una negociación que ha llegado a su fin. Tras 50 años de matrimonio, los Vargas Llosa finalmente firmaron su divorcio en Madrid y el acuerdo sitúa a Patricia en la parte ganadora.

Cuando recibió el Premio Nobel de Literatura en 2010, el novelista peruano expresó: "Patricia lo hace todo y todo lo hace bien. Resuelve los problemas, administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa que hasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: 'Mario, para lo único que sirves es para escribir'".

Precisamente el rol central que su mujer cumplió como apoyo de la carrera de Mario Vargas Llosa fue uno de los argumentos que le permitió conseguir una importante compensación económica. "Cinco décadas que dejó aparcada su carrera como licenciada en Letras por la Sorbona para administrar el éxito literario de su marido y la gestión de su vida familiar", fue el alegato que presentó guiada por la abogada Elena Zarraluqui.

Los 30.000 libros que componen la colección personal de Mario Vargas Llosa también quedaron en manos de su ex mujer. Si bien el escritor prometió dejar en herencia este patrimonio a la biblioteca que lleva su nombre en Arequipa, hasta que él muera quedarán bajo custodia de Patricia Llosa.

Pero sin duda lo mejor que obtuvo la ex mujer del autor de La ciudad y los perros tras el acuerdo de divorcio son las propiedades: el apartamento en Nueva York, situado en el piso 46 de un edificio en la esquina de las 57 y la Octava avenida y valorado en más de un millón de euros ($ 760 millones), además del domicilio familiar en Lima, donde se encuentra una valiosa colección de pintura y la impresionante biblioteca de Mario Vargas Llosa, pertenecen ahora su ex mujer.

Mientras, el escritor se quedó con el departamento en París, ubicado en la calle Saint Sulpice, una de las zonas más exclusivas de la capital francesa. Además, con la planta completa de un edificio señorial que el matrimonio adquirió en la calle Flora de Madrid.

Si bien el divorcio ya se hizo válido en España, aún falta que se consolide en Perú, trámite que podría demorar cerca de ocho meses. Ello retrasaría los planes de Vargas Llosa de contraer matrimonio con su nuevo amor, la filipina Isabel Preysler.

Un tango para celebrar

Como forma de promocionar su nuevo libro Cinco esquinas, Mario Vargas Llosa realizó una gira por Latinoamérica. En su visita a  Argentina lo acompañó Isabel Preysler, y la pareja fue recibida por el Presidente Mauricio Macri, y su mujer, Juliana Awada y asistieron a homenajes y eventos culturales. En una cita organizada por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) en la sala Gala Tango en Buenos Aires, participaron de clases del tradicional baile. Pocos días después, una foto de la pareja en actitud tanguera ocupó la portada de la revista ¡Hola!.

Actualmente se encuentran en Madrid, donde Mario Vargas Llosa -siempre acompañando de su nueva compañera- recibió el día martes el premio XIII Prix Diálogo a la Amistad Hispano-Francesa, concedido en conjunto con la dramaturga Yasmina Reza. Los novios evitaron referirse a su vida privada.