Terminado el entrenamiento de O'Higgins, los jugadores celestes caminan hasta sus autos para dirigirse al hotel de concentración de cara al partido de esta noche ante Unión La Calera.
Entonces, se les acerca Ricardo Abumohor, presidente del club, y trata a los futbolistas como si fueran sus íntimos amigos.
"Grande, crack", le dice al delantero Pablo Calandria. El ariete, mientras se sube a su vehículo, le responde con una sonrisa.
"Yo soy un hombre apasionado por el fútbol. Vivo este deporte, ya que las siete generaciones de mi familia han estado involucradas en el fútbol", explica Abumohor, mientras muestra orgulloso el Monasterio Celeste, moderno complejo deportivo en Requínoa, localidad ubicada a 19 kilómetros de Rancagua.
"Acá se invirtió fuerte. Se han invertido seis millones de dólares, y si bien esto no da utilidad, tienes que ingeniártelas para poder mantenerlo", subraya Abumohor, ex presidente de la ANFP que llevó a la selección chilena a Francia 1998. Sin ir más lejos, el también propietario de marcas como Arrow y Esprit asegura que "el Monasterio será apetecido para la concentración de clubes para la Copa América (de 2015), para el Mundial Sub 17 (de 2015)... La gente de la selección brasileña ya me preguntó de qué se trataba el complejo. Lo mismo que Ecuador. Con eso vamos a poder mantenerlo".
A medida que el mandamás celeste recorre las instalaciones del complejo (que antiguamente fue un monasterio) sonríe levemente. "Cada vez que vengo, me gusta más este lugar", repite con insistencia sobre el centro de entrenamientos, que en 14 hectáreas cuenta con dos canchas para el primer equipo, cinco para el fútbol joven, una pasto sintético, la Casa del Jugador, un hotel, un club house, además de gimnasios para el plantel profesional y para las divisiones inferiores.
"Este centro está terminado en un 95 por ciento. Faltan detalles, como las graderías para las canchas de los juveniles. Está todo para que los jugadores alcancen el máximo de su rendimiento físico", aporta Ricardo Boudon, administrador del recinto.
Berizzo y el Monasterio...
Eduardo Berizzo, entrenador de O'Higgins, termina contrato en diciembre con el cuadro de la Sexta Región. No obstante, el "Toto" ya acordó la renovación con el conjunto rancagüino para la próxima temporada.
Y pese a que el ex defensa interesó en Colo Colo, su cercanía y compromiso con el Monasterio fue fundamental para su permanencia en O'Higgins.
"Eduardo es una persona muy especial, nunca he conocido personas con esos valores y creo que el Monasterio incidió mucho en su estadía con nosotros. El se ha quedado con nosotros para terminar este proyecto", añade Abumohor.
En agosto pasado, el ex zaguero de Newell's explicaba a La Tercera que "cuando la gente de O'Higgins me contactó para ser contratado ( diciembre de 2011), me explicaron la idea original del proyecto y me pidieron la opinión sobre la conformación de la estructura de los vestuarios, de lo relacionado con el primer equipo. Di ideas de cómo debería ser, por la experiencia de haber sido futbolista y de haber estado en algunos centros de entrenamiento, y de a poco se fue formado la idea y diseñaron el edificio madre, que va a acoger al primer equipo".
No sólo el técnico participó en la construcción del recinto. También lo hizo su ayudante, el ex arquero Roberto Bonano, quien aprovechando su paso futbolístico por el Barcelona explicó en la Sexta Región cómo eran los centros de entrenamientos del equipo "culé".
En el plantel agradecen la infraestructura del recinto, en el que a fin de año realizarán la pretemporada allí.
"Me ha tocado estar en buenos clubes y, en general, han tenido buenas instalaciones, pero la inversión que ha hecho O'Higgins en este complejo es espectacular. Tenemos todo lo que necesitamos, las instalaciones son de lujo, el gimnasio es increíble. No sé si en Chile hay un gimnasio como este. Todo esto hace que uno se sienta orgulloso de estar en este club", comenta el volante Braulio Leal, quien agrega que "no tenemos ninguna excusa para no rendir".