Carménère, pinot noir o cabernet sauvignon. Más allá de la cepa favorita, el mundo se enfrenta a una escasez de vino por una mayor demanda, según plantea un informe del banco de inversión Morgan Stanley, llamado The Global wine industry.
Hoy existe más de un millón de productores de vino a nivel internacional, que generan, en total, 2.800 millones cajas. Los 10 países más importantes en producción de vino, además, controlan más del 80% del volumen y representan, a su vez, el 60% del consumo global.
El problema es que desde que alcanzó su punto máximo en 2004, la producción mundial vinífera ha caído hasta llegar en 2012 -año en que bajó 5% a 6%- a su nivel más bajo en 40 años. Mientras, el consumo ha seguido la tendencia contraria. La demanda por vino, afirma Morgan Stanley, superó la oferta en 300 millones de cajas en 2012, el déficit "más profundo" en cuatro décadas de registros.
De acuerdo con el reporte, en estos años se ha producido un aumento del interés por la bebida en China y Estados Unidos, donde los niveles de consumo pelean con los de Francia, que son los mayores del mundo. Las hectáreas de vides plantadas, asimismo, han ido bajando en el tiempo. La mayor caída se produjo a comienzos de este siglo y luego se ha mantenido en un declive, entre otras razones, por las bajas plantaciones en el Nuevo Mundo, que representa el 30% de las exportaciones globales, lejos del 3% que eran a comienzos de los 80.
OPORTUNIDADES
En el corto plazo, "los inventarios probablemente se reducirán, ya que el consumo continúa siendo predominantemente suministrado por cosechas anteriores", sostiene el reporte. Pero conforme la demanda llegue a la cosecha de 2012, "esperamos que el actual déficit de producción culmine en un aumento significativo de las exportaciones y en precios más altos a nivel mundial", sostiene la entidad financiera.
De acuerdo con Morgan Stanley, exportadores como Australia, Chile, Argentina, Sudáfrica y Nueva Zelandia son los mejor situados para beneficiarse de este panorama, donde el endurecimiento de las condiciones en Europa aporta una cuota relevante.
"El costo relativo de producción , la preferencia varietal y la evolución cambiaria relativa afectará su participación, pero con la demanda total por sobre la oferta, probablemente, todos verán una mayor demanda de exportaciones", indica el informe.
Asimismo, detalla que "Chile, Argentina y Sudáfrica debieran ver el exceso actual de oferta absorbido, mientras que Australia y Nueva Zelandia ya están en equilibrio -por la escasez interna- y podrían ver más presiones alcistas inmediatas sobre los precios de exportación".
VISION DE LA INDUSTRIA
Pablo Morandé, director de Viña Morandé, explica que en 2012 la cosecha en el hemisferio norte del continente europeo fue muy baja, un 20% menos de lo normal, mientras en el sur fue muy alta, incluyendo Chile, con 1.200 millones de litros. "El equilibrio finalmente se mantuvo y la cosecha de 2013 fue más alta. Ojalá hubiera escasez", dice.
Wilfred Leigh, gerente general de Bethwines, coincide con el informe, pero advierte que no considera el año de vendimia 2013. "Europa tuvo una cosecha buena en general en 2013, además de EE.UU., de 10% más respecto de 2012. Eso, sumado a que el consumo se ve estable, hace que globalmente no se puede decir que los precios de los vinos van a subir o bajar".