El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio tocó hoy temporalmente los 8.766,56 puntos, su máximo desde el 17 de mayo, alentado por el resultado de las elecciones en Grecia, que aleja por el momento los temores sobre su exclusión de la zona euro.

Tras abrir con una fuerte subida de más del 2%, el Nikkei perdió algo de impulso y quedaba en el descanso de media jornada en 8.720,27 unidades tras apreciarse un 1,76%, mientras que el índice general Topix, que reúne todos los valores de la primera sección, ganaba un 1,64%.

Los inversores se vieron aliviados por el resultado electoral en Grecia que, a falta de las coaliciones necesarias para formar gobierno, parece favorable a la permanencia en la eurozona y al rescate del país.

A pesar del optimismo en el arranque, la recogida de beneficios y la cautela frenaron las sólidas subidas iniciales ante la incertidumbre sobre la capacidad de Grecia de restablecer su salud fiscal y por los problemas de la banca en España.

La apreciación del euro favoreció a los principales exportadores japoneses, uno de los pilares de la tercera economía del mundo, después de que la moneda única superara hoy la banda media de los 100 yenes, por encima de los 99 yenes del viernes.

La moneda local también perdió terreno con respecto al dólar, que se intercambiaba hoy temporalmente en la banda superior de los 79 yenes, con respecto a la banda baja de los 78 del viernes.

Ello benefició a empresas como Toyota Motor, que a media sesión había ganado un 3%, y a otros como Sony y Sharp, que subían un 4,3% y un 3,2%, respectivamente.

Con el primer ministro, Yoshihiko Noda, y el ministro de Finanzas, Jun Azumi, en el G20 de México, fue el portavoz del Gabinete, Osamu Fujimura, el que señaló que tras el resultado electoral en Grecia Japón confía en que el país heleno pueda formar un Gobierno estable.

Los principales periódicos japoneses destacaban hoy el resultado electoral griego y celebraron la "oleada de alivio", como remarcaba el económico Nikkei, que supone el respaldo en las urnas al partido Nueva Democracia, partidario del euro, que cosechó cerca del 30% de los votos.