Histórico

El niño asesinado a los 13 años que la URSS de Stalin transformó en mártir del comunismo

Según la historia oficial, Pavlik Morózov, denunció a su padre en pos del socialismo y perdió la vida por hacerlo.

En la década de los 30, el régimen de José Stalin estaba volcado a llevar el sistema comunista al anacrónico sistema agrario de la Unión Soviética. Para eso, todos los campesinos tenían que sumarse a las granjas colectivas, proceso que en varias zonas encontró resistencia.

En medio de este ambiente surgió una figura, un mártir, que puso los valores del comunismo por sobre su propia familia y que al final perdió la vida en pos de las ideas socialistas: era un niño de apenas 13 años.

Pavlik Morózov fue un ícono de la revolución soviética. Su nombre estaba en escuelas, los niños rusos debían escribirle poemas y su historia era lectura obligatoria en los colegios. Las principales ciudades tenían estatuas del joven de 13 años, se escribieron canciones, una ópera y seis biografías.

La historia oficial de Pavlik hablaba de un niño de 13 años, comunista y fiel seguidor de las ideas de colectivizar el campo, que al comprobar que su padre, presidente de un soviet, falsificaba documentos oficiales y los entregaba a enemigos del Estado, decidió denunciarlo a la policía política.

Su abuelo, abuela y un primo, reaccionarios y contrarios a los ideales de la URSS, asesinaron a Pavilk y a su hermano, decapitándolos con una sierra, en septiembre de 1932. Los tres victimarios fueron ejecutados por las autoridades.

La historia de un joven, que colocaba al Estado por sobre su familia, sedujo a las autoridades centrales, que elevaron la figura de Morózov a la calidad de héroe nacional.

Mito o realidad

Tras la caída de la Unión Soviética, la epopeya de Pavlik también empezó a desmoronarse. Estudios posteriores revelan que Morózov existió y que efectivamente fue asesinado, pero su muerte habría distado mucho de lo señalado por la historiografía soviética.

Las primeras sospechas surgieron ante los constantes cambios que sufrió la imagen de Pavilk Morózov a medida que pasaba el tiempo. Otra cosa que se modificaba según la época, era la razón que habría llevado al joven a denunciar a su padre: falsificación, espionaje o robo de la producción de las granjas.

Esto llevó a que algunas investigaciones señalaran que Morózov era un niño semidesnutrido y también que habría sido analfabeto.

También se señaló que el abuelo habría sido el como único autor del crimen del niño y que habría respondido a un acto de violencia por exceso de alcohol. Otros investigadores van más allá y señalan que ningún familiar de Morózov habría tenido responsabilidad en la muerte de joven.

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