Los jugadores de la Selección realizan ejercicios con balón. Mientras, un aparato sobrevuela el campo de entrenamiento de la Roja, el Koma Electra, en Viena. De inmediato, comienzan a tejerse teorías que lo atribuyen a un eventual espionaje. Minutos antes, un par de hinchas se había llevado una dura reprimenda, por intentar fotografiar una de las prácticas desde lugares que no estaban permitidos para ese fin y menos para los aficionados, que hasta el momento tampoco habían dejado clara su condición de fanáticos.
Se temió por una intromisión indebida, pero la interpretación es rara, considerando el carácter amistoso de los encuentros ante Irán y Brasil.
El llamativo instrumento, que se posa justo sobre los jugadores, estaba autorizado para estar en ese lugar. Es un drone, que registra cada ejercicio del plantel durante la preparación. La atención se concentra, especialmente, sobre los jugadores que realizan los movimientos tácticos que pretende imponer Jorge Sampaoli. Después de la sesión, el técnico recibirá un informe, que contendrá el registro en video de alta definición de la jornada de trabajo, para analizarlo junto con sus colaboradores más estrechos, y extraer conclusiones para aplicarlas al funcionamiento de su equipo.
Alta tecnología
El equipo está a cargo del director audiovisual Felipe Flores, quien trabaja para la ANFP. El funcionario no accede a explicar su funcionamiento, del cual es experto. Sin embargo, en la concentración de la Roja afirman que Sampaoli está feliz con el adelanto, y que se muestra cada vez más entusiasmado con la información que le entrega, pues le permite planificar nuevas jornadas de preparación.
El aparato es un DJI-Phantom Vision Plus, con cámara integrada de 14 megapixeles. Permite grabar videos en Full HD a 30 fotogramas por segundo y en HD a 60 fps. Se puede guiar a través de un smartphone, que sólo debe contar con la aplicación respectiva. La cámara cuenta con un sistema que impide que salga de su posición pese al viento, y cuenta con un sistema de GPS inteligente, que lo mantiene volando en suspensión, además de piloto automático, que lo hace retornar a su posición de origen.
Antes de utilizarse en la gira por Europa, la penúltima oportunidad para juntar al plantel antes de la Copa América, el drone comenzó a ocuparse en Juan Pinto Durán. Fue un de período de pruebas, que capturó la atención del casildense y sus colaboradores, quienes sumaron un elemento más para su estudiado sistema de trabajo, pues también suelen grabar los entrenamientos en video. Eso sí, a Viena no llegaron con un camarógrafo para ese propósito.
El dispositivo puede elevarse a unos diez metros de altura, lo que permite captar imágenes panorámicas ideales para extraer conclusiones tácticas más amplias que si se tratara de una grabación convencional. Sus movimientos se controlan a través de un comando remoto. En Chile, el costo de un aparato con las características que requiere el almacenamiento de información relativa a la Selección cuesta, como mínimo, un millón cien mil pesos. Ese el precio que pagaron en Quilín.